Las expectativas de los turistas cuando emprenden su viaje en avión a las Cataratas del Niágara son las de trasladarse a lo más profundo de la naturaleza para contemplar este maravilloso paisaje. Por eso, la mayoría de ellos se sorprenden al descubrir que las Cataratas no están perdidas en un remanso de paz natural, sino que se encuentran en plena ciudad. Las imágenes seleccionadas que siempre se ven de ellas hacen pensar que están aisladas del mundanal ruido, pero si vemos una instantánea más amplia, veremos edificios y carreteras a su alrededor. Aun así, el sonido que hace el agua al caer es tan impresionante que hace enmudecer los ruidos típicos de las ciudades.
Seguro que hay más cosas de las Cataratas del Niágara que no sabes, te vamos a desvelar algunos secretos para hacer de tu viaje a este lugar una experiencia más completa.
Cataratas del Niágara – Historia real y fantástica
Los lugares de belleza tan extraordinaria como las Cataratas del Niágara siempre cuentan con dos historias. Por un lado la real y oficial, y por otro las leyendas que surgen en la imaginación de quienes contemplan estos maravillosos escenarios. Las dos versiones tienen su encanto, aunque hay que saber distinguir cuál es una y cuál la otra.
Historia
El origen de las Cataratas del Niágara hay que buscarlo hace más de 10.000 años cuando terminó el periodo de glaciación. Tanto Los Grandes Lagos de Norteamérica como el río Niágara son producto de un gran glaciar que avanzó sobre esta zona como una apisonadora arrastrando todo lo que encontraba a su paso.
Es tan impresionante ver estas cataratas que ya en el siglo XIX se popularizó el turismo en esta zona. Tanto es así que en 1855 ya se construyó un puente para que los visitantes pudieran asomarse mejor a ver el paisaje.
En cuanto al desarrollo del entorno, la oportunidad que las cataratas ofrecían como fuente de energía hizo que se crearan a su alrededor multitud de industrias y de viviendas para esos trabajadores que han dado paso a lo que hoy conocemos como Niágara City. Este es el motivo por el que las cataratas se encuentran en una zona civilizada y no en medio de la naturaleza, como cabría pensar.
Leyenda
Pero una cosa es la historia real y otra la leyenda. Según la historia oficiosa las Cataratas del Niágara fueron encontradas por los indios, quienes creían que en el lado canadiense vivía el Dios del Trueno. Posiblemente pensaron en este Dios por el sonido que hace el agua al caer.
Este Dios del Trueno fue quien salvó de una muerte segura a la princesa india Lelawala cuando se precipitó con su canoa por las cataratas. Desde que aquella princesa sufriera ese accidente, han sido muchos los que se han caído por las cataratas. Tanto los canadienses como los norteamericanos creen que los supervivientes de estos fatales accidentes han sido salvados por aquel Dios del Trueno indígena. Actualmente estos accidentes han disminuido mucho, pero hace doscientos años las medidas de seguridad con las que hoy cuentan las cataratas no eran tan precisas y eficientes como las actuales.
Actividades
Como ya hemos comentado, el turismo es una de las principales fuentes de ingresos de esta zona, por lo que hay multitud de actividades que se pueden realizar al albor de las cataratas. Si en tu viaje decides hacer noche en un hotel de las Cataratas del Niágara, allí mismo podrás informarte de todas ellas. También es fácil identificar los puntos de información turística dónde comprar los tickets y entradas necesarias para cada actividad. En cualquier caso, si vas a realizar el viaje por tu cuenta, aquí te dejamos algunas de las actividades más recomendables para no perderte nada.
Recorrer el río Niágara
Desde ambos lados de las cataratas salen constantemente embarcaciones que recorren el rio Niágara y permiten unas vistas privilegiadas de las cataratas. En las embarcaciones se proporciona al turista un chubasquero, ya que se pasa tan cerca de la caída del agua que lo más probable es que termines empapado. Cuidado, por tanto, con las cámaras de vídeo y de fotos.
Es importante tener en cuenta que las cataratas se encuentran en la frontera de Estados Unidos con Canadá y que, por lo tanto, para poder pasar de un lado a otro hace falta tener el permiso correspondiente de entrada en cada país. Es importante tener esta documentación preparada para evitar sorpresas desagradables una vez allí.
Rutas de senderismo
Alrededor de las Cataratas del Niágara hay una gran variedad de rutas para aquellos que quieran disfrutar de un bonito paseo. Además, estas rutas permiten a los turistas ampliar la visita accediendo a otros lugares de interés.
En la parte estadounidense se puede visitar la Cueva de los Vientos, desde donde se tiene una maravillosa vista de la catarata del Velo de la Novia. Se trata de la caída de agua más pequeña de todo el conjunto de cataratas, pero no por ello está exenta de belleza.
En la parte canadiense se puede visitar el Parque Reina Victoria. Desde el mirador de este parque es desde donde se obtiene la vista más bonita de las cataratas, ya que se pueden ver en todo su esplendor. Además, desde hace varios años, al caer la noche se realiza un espectáculo de luz y color sobre las aguas del rio Niágara, un atractivo más para visitar la parte canadiense.
Las Cataratas del Niágara son uno de los espectáculos naturales más bellos del mundo. En la frontera entre Estados Unidos y Canadá se puede observar esta caída de agua, siendo las más alta, de 54 metros de altura, con un caudal que impresiona al visitante. El sonido de la cascada al chocar con el rio hace de este sitio un lugar mágico dónde evocar cuentos y leyendas.
Las Cataratas del Niágara deberían estar en la lista de cualquier amante de los viajes y de la aventura. Hoy en día, con la multitud de ofertas de hoteles y vuelos que podemos encontrar, es un capricho al alcance de todos.
