Por si no tienes muy claro donde situar exactamente este bello país, Rumania es uno de los países situados más al este de Europa. Se trata de un país con una cultura muy rica, pues es fronterizo con cinco países: Hungría, Serbia, Ucrania, Moldavia y Bulgaria. Con todos estos países ha estado históricamente muy relacionado, ya sea en tradición, en religión, o incluso políticamente. Por si fuera poco, por el este lo baña el mar Negro. Hoy en día viven en él más de 20 millones de personas, en su mayoría, de origen rumano, pero conviven también con turcos y búlgaros, entre otras nacionalidades.
Pero esto no es así desde siempre, pues el territorio rumano se ha visto dividido y reunificado numerosas veces en toda su historia. Una de sus épocas de máximo esplendor fue el periodo romano, este es el motivo por el que deberías pensar en un viaje por los Monasterios de Rumania.
Los monasterios
Estos monasterios se encuentran situados al norte del territorio de Moldavia, cerca de Ucrania. Son muy reconocidos por sus bellos frescos, desde el interior hasta el exterior. Ciertos maestros se preguntan cómo pueden llegar a aguantar el frío y la humedad de Rumanía. Estos tesoros ancestrales se encuentran en un ambiente rural idóneo para realizar un viaje por carretera e ir descubriéndolos.
Para alojarse en un hotel en Rumania, te recomendamos que lo hagas en uno de la ciudad de Suceava, pues se encuentra muy bien situada para poder ir a visitar los monasterios que no puedes perderte:
1. Monasterio de Voronet
El monasterio de Voronet es el más famoso de todos los pintados de Moldavia, reconocido como la “Capilla Sixtina de Oriente”. Fue construido, solamente, en 3 meses y 21 días, en 1488, estando al mando Stefan cel Mare.
La iglesia está dedicada a San Jorge. Gran parte de sus frescos se encuentran muy bien conservados. De toda ella, destaca la composición que se encuentra en la fachada oeste: “El Juicio Final”. Está dividida en cinco partes, de las cuales debes ver, sobre todo: las “Calderas de Gehena”, donde se encuentran los pecadores; la “Justicia”, que es representada por una balanza sostenida por una mano; y la “Resurrección de los Muertos”, que va al son del bucium, un instrumento musical. También tienen protagonismo los animales, que participan en el juicio portando trozos del cuerpo humano, a excepción de la “gamuza”, la cual no lleva nada, ya que, en el folclore rumano, se trata de un símbolo de pureza.
Pero lo más destacable son los frescos que se encuentran en el muro sur, como el “Árbol de Jeseo”. En el lado norte, se conservan peor las pinturas, pero puedes apreciar ciertas imágenes del “Génesis” y la leyenda del Pacto de Adán.
Las pinturas destacan por el azul oscuro, actualmente conocido como el azul de Voronet. Dentro de la iglesia, se encuentra la tumba de Stefan cel Mare.
2. Monasterio de Humor
Se encuentra ubicado a 6 km de Gura Humorului. Ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO . Se trata de un monasterio de monjas fundado en 1530 por Alexandru cel Bun, contando también con la ayuda de una familia noble. Además, hubo una iglesia de madera que fue reemplazada por otra al comienzo del siglo XV. Sus ruinas aún se pueden ver en la ciudad.
Consagrada a la Virgen María, la iglesia fue pintada completamente por Toma Suceava en 1535, en la cual predominaban los colores rojo ladrillo. Con el empleo de las proporciones de la distinción bizantina, consiguió dar a los personajes una gran espiritualidad. En los frescos de la parte exterior, se distingue un poema de Sergio de Constantinopla, destinado a la Virgen María. Este poema fue compuesto en agradecimiento por haber rescatado a la ciudad del asedio del 626 d. C. por los persas. En la parte de abajo, se halla el “Asedio de Constantinopla”. Es un tema que se repite asiduamente en las pinturas decorativas de los monasterios, lo cual permite mostrar la sensación de lucha de los romanos contra los turcos.
En la parte interna, encontramos una bóveda. En el ábside norte de la nave, destacamos las pinturas de la “Crucifixión de Nuestro señor”. La iglesia en sí, carece de torre. Pero, en 1641, se le añadió una torre adjunta. También, en 1612, se anexó al muro defensivo una torre de entrada.
Este monasterio tuvo una realidad histórica muy importante, dado que, a partir del siglo XV, funcionó un taller de calígrafos que se dedicaron a la elaboración de un Evangelio.
3. Monasterio de Moldovita
Es un monasterio que se encuentra protegido por un recinto de murallas. Irradia hermosura por los frescos que hay en el exterior de la iglesia, con colores vivos y reflejando escenas bíblicas y de la historia. Debido a estar a la intemperie, se han deteriorado parte de los frescos, pero se ha conseguido restaurar un porcentaje de ellos. En la parte norte, hay escenas de la Virgen y San Nicolás. En la sur, por ejemplo, se encuentran el Árbol de Asaí o Himno de la Virgen María, cuyas tonalidades son ocres y azuladas. Dentro de la iglesia, podemos apreciar el arte rumano. El Juicio Final ocupa la cúpula, un “lienzo” en el que las partes arquitectónicas adaptan los cuerpos que se encuentran pintados en el techo.
4. Monasterio de Dragomirna
Este monasterio se encuentra ubicado a 12 km de Suceava, la antigua capital del principado de Moldavia. Se encuentra rodeado por una alta y gruesa muralla, que le da un aspecto de fortaleza pequeña, levantada en 1627.
Para acceder, se entra por una puerta coronada por el escudo de Moldavia, situada debajo de la torre del campanario. Tiene el techo abovedado y decorados florales. En la parte derecha de la torre, podemos encontrar el comedor del monasterio y en el interior se ubican los edificios monacales. Es una iglesia con una estructura muy estrecha, pero es la más elevada de los templos moldavos. Actualmente, solo se hallan trozos de los frescos que adornaban el interior de la iglesia.
Si ya te has convencido de comprar tu vuelo a Rumania, ten bien presente esta lista y no te pierdas estas joyas de la arquitectura rumana.