¿Eres una persona que necesita conocer nuevos lugares? ¿Disfrutas de las pequeñas escapadas, pero tienes ganas de realizar un viaje más largo? Cambiar tu rutina e irte a la búsqueda de algo diferente, excitante y lleno de parajes por descubrir puede ser la solución, por ejemplo, una ruta por los países bálticos.
¿Qué tiene de especial? Todo, desde el clima hasta el tipo de gastronomía, desde el trato con la gente hasta las tradiciones. Viajar por los países bálticos es darte un baño de cultura, modernidad y naturaleza, un símbolo de organización y orden en el norte de Europa.
Descubre una ruta única en la que conocerás increíbles joyas geográficas en unos cuantos días por medio de la ruta Helsinki –Tallin – Riga – Copenhague con estancias en algunos de los mejores hoteles de los países bálticos. Acércate a nosotros y descubre qué te tiene preparado este viaje.
Helsinki
La capital de Finlandia es la primera parada del viaje a los países bálticos. Desde Madrid tomaremos un vuelo a Helsinki. Un paseo tranquilo por la ciudad nos va a dar las claves para entender esa mezcla de modernidad, con edificios casi experimentales y los retazos de una tradición rusa (de la que se independizó en 1918).
La similitud de Helsinki con su vecina San Petersburgo se refleja en sus edificios de estilo imperial propios de la época de los zares. La ruptura llegó alrededor de 1940 con una revolución urbanística que hizo que Helsinki se adentrara en la modernidad por la puerta grande. Se dice que Finlandia es uno de los países con más arquitectos por metro cuadrado y así lo refleja una estructura citadina arriesgada y multitud de nombres propios en la palestra mundial.
El casco antiguo de la ciudad gira en torno a la Plaza del Senado (Senaatintori), de un marcado estilo neoclásico. En la plaza convive el Consejo del Estado, un edificio imponente. Cerca se ubican la Biblioteca Universitaria, el Hospital Ruso y la gran catedral Uspenski, la iglesia luterana más grande todo Escandinavia.
La parte moderna de la ciudad se ubica al final de Mannerheimintie. Ahí se ubican la estación central de trenes y las zonas más comerciales como Aleksanteinkatu o Esplanadi. Si lo tuyo son los museos, puedes visitar el Museo de Arte Contemporáneo Kiasma, el museo privado de Amos Andersons o el Museo de la Arquitectura, Urbanística y Diseño.
Definitivamente, Helsinki es una joya por descubrir. Increíble por el día, enigmática por la noche, bellísima en arquitectura, cultura y con un orden sobresaliente en la conjugación de modernidad con espacios verdes. Una ciudad muy bien planeada y perfecta para perderse a pie. ¿Te atreves?
Tallin
De Helsinki nos moveremos en barco sobre las aguas del mar Báltico hasta Tallin, capital de Estonia.
Al llegar, nos encontraremos con una ciudad caracterizada por sus torres medievales en mitad de su maravilloso centro histórico, a su vez Patrimonio de la Humanidad. Rápidamente te darás cuenta de la mezcla entre modernidad y antigüedad, pero eso sí, con un claro concepto del orden, la limpieza y la conservación de las tradiciones. La Raekoja Platz o Plaza del Ayuntamiento es una clara muestra de ello, un edificio del siglo XIV que corona un centro histórico encantador y bien conservado que se esparce por arterias adoquinadas. Las iglesias de San Nicolás y San Olaf también destacan entre estas calles.
Muchos conocen el centro histórico de Tallin como la “Praga en miniatura”. Efectivamente, es pequeño y eso ayuda para poder recorrerla a pie. Abundan las cafeterías, restaurantes, hoteles y tiendas de souvernirs, aprovechando el tirón turístico.
En Tallin no puedes dejar de visitar la Catedral Alexander, ubicada en la colina de Toompea y edificada por el Zar Alejandro III sobre la tumba de un héroe estonio. Sus cúpulas de color negro son uno de sus sellos identificadores. Tampoco te olvides del Museo de la Ocupación, que revive los días de la ocupación nazi y soviética, la Torre de Televisión o el Kiek in de Kok, un museo sobre las defensas medievales de la ciudad.
Riga
Nuestro viaje continúa en Riga, capital de Letonia. Es considerada la capital de los negocios en el Báltico y una ciudad en crecimiento con la apertura a un mayor tráfico aéreo europeo. ¿Por qué ocurre esto? Sencillo, porque Riga tiene una actividad muy interesante para atraer turistas en combinación con la proliferación de hoteles de todo tipo y el cuidado de sus áreas de interés.
Un paseo por las calles de Riga es suficiente para que notemos cómo se cuida la ciudad, con imponentes edificios restaurados, cafeterías y restaurantes.
La zona más importante de Riga es el casco antiguo, junto a las orillas del río Daugava. Calles con adoquines e increíbles plazas destacan en esa zona, considerada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La zona moderna, sin embargo, contiene el corazón comercial y de negocios, anchas calles y un diseño más organizado a lo largo del Parque Bastekalns.
No hay que olvidar visitar el Castillo de Riga, la Casa de los Tres Hermanos, el Monumento a la Libertad y las iglesias de San Pedro y San Jacobo.
Copenhague
Caminar, caminar y caminar. Así conoceremos la capital de Dinamarca, una ciudad que combina canales, lagos y mar como ninguna otra. Fundada en 1167, gran parte de lo que hoy es Copenhague se debe al rey Christian IV (1588-1648), con el edificio de la Bolsa, la Torre Redonda, el Palacio de Rosenborg o la red de canales, entre otros.
El centro histórico de la capital danesa se erige hoy sobre lo que fueron calles medievales, con muestras de edificios desarrollados entre los siglos XVII y XIX. Durante nuestro recorrido visitaremos la Plaza del Ayuntamiento, la calle comercial Stroget y la plaza de Kongens Nytorv. Lógicamente la visita a la Sirenita.
Para los amantes de la noche, Copenhague tiene una vida nocturna muy activa y vanguardista. Aprovéchalo antes de regresar a Madrid y terminar la travesía.
Te esperamos para vivir la experiencia
En Viajes Carrefour tenemos la mejor ruta por los países bálticos. Si quieres vivir una experiencia diferente y conocer más acerca de estas joyas que combinan modernidad y tradición como ningunas otras, confía en nosotros.