Viajar a Jordania es sumergirte en un ambiente difícil de encontrar en otro país. Su historia, sus parajes, sus tradiciones combinadas con modernidad, su gastronomía y la riqueza cultural, religiosa e ideológica arman un escenario delicioso para ir solo o acompañado unos cuantos días. En Viajes Carrefour tenemos la ruta ideal para viajar a Hachemita y conocer sus rincones más importantes. Podemos armar contigo el viaje a Jordania y de lo único que debes preocuparte es de llevar una buena cámara de fotos o un smartphone con una buena cámara, ropa cómoda y muchas ganas de conocer.
La primera parada que te ofrecemos es la capital, Amman. Vuelos a Jordania hay muchos, así que una vez seleccionada la fecha de salida, la llegada a la capital jordana es cuestión de unas cuantas horas.
Te interesa:
Amman
Amman, es la capital, sí y es espectacular. Quizás no lo es tanto como Petra, según los gustos, pero vale mucho la pena dar un paseo por sus calles, mercados y restos arqueológicos, que por cierto hay muchos. El Teatro Romano, la Ciudadela y el Museo Arqueológico, además del ambiente de la ciudad, te invitan a no dejar pasar la oportunidad de conocer de frente el corazón de un país que nació alrededor del 2000 a. C. Si lo tuyo es vivir el ambiente ciudadano, sumérgete en el mercado de oro y de comida que hay en el centro.
Mar Muerto
Desde Amman puedes escaparte para conocer el mar Muerto -histórico reflejo de la antigüedad y ubicado a 400 metros debajo del nivel del mar-, que ha sobrevivido estoicamente a los años y las diversas civilizaciones. Ubicado entre Israel, Jordania y Palestina, se caracteriza por unas aguas muy distintas a las de cualquier mar que conozcamos. Su peculiaridad es el elevado nivel de salinidad de sus aguas, haciendo imposible que alguien se hunda de manera natural. Y si quieres rejuvenecer durante unos días, coge con tus manos barro del propio mar y extiéndelo por tu cuerpo. Tu piel se parecerá en suavidad a la de un bebé. Garantizado.
Jerash y Ajlum
Después de regresar de conocer el mar Muerto, tu siguiente parada será Jerash, una auténtica ciudad romana conocida como la Pompeya del Este por su increíble conservación. En Jerash, que se ubica muy cerca de la capital jordana, podemos disfrutar de impresionantes recuerdos arqueológicos de impacto, como el arco de Adriano, el Hipódromo, el templo de Zeus o el de Artemisa, el circo romano, el Ágora y el Cardo Máximo, también llamado Avenida de las Columnas, entre otros. Si tienes algo de tiempo puedes formar parte de la aventura con un paseo en 4×4.
Una vez visitada Jerash, nuestra siguiente parada es Ajlun, cuyo castillo, construido en 1185, se ubica en la cima de una montaña. Prepara tu cámara para hacer unas tomas únicas en el viaje.
Madaba, Monte Nebo y Shobak
Otra visita obligada es Madaba, donde se encuentra la iglesia ortodoxa griega de San Jorge. En esta iglesia, debajo de los bancos, hay un mapa o mosaico de la época de las cruzadas. Puedes echarle un vistazo y tratar de ubicar lugares bíblicos. Ponte a prueba, ¿podrás?
Después de una visita a la iglesia de San Jorge, la siguiente parada es el monte Nebo, uno de los lugares bíblicos más importantes. En su cima, Moisés divisó la tierra prometida. De ahí puedes ir a Shobak. Posee un castillo histórico con sello saladino.
Petra
La increíble Petra, también conocida como Ciudad Rosa, está a tus pies. Esta visita es, quizás, la más importante que tus ojos verán en Jordania. Petra fue la capital del imperio nabateo hace más de 2000 años. Precisamente esta civilización esculpió templos y tumbas en las paredes de las montañas rosadas y utilizaron sistemas agrícolas muy avanzados, entre otros adelantos.
Dos días son suficientes para recorrer los rincones de Petra y devorarla. El recorrido ideal comienza desde la tumba de Los Obeliscos. De ahí caminas por el cañón de El Siq, que tiene más de un 1 km de longitud hasta llegar a las ruinas de El Tesoro, una tumba esculpida en la pared de una belleza sin igual en el mundo.
Pequeña Petra y el desierto de Wadi Rum
Si no tuviste suficiente con Petra, la conocida como Pequeña Petra o Siq Al-Barid, también habitada por los nabateos, te sorprenderá: tumbas, cauces, caminos entre la parte norte de Petra y la ciudad de Wadi Musa.
De ahí visitarás Wadi Rum en 4×4, un desierto de arenas rosadas con macizos graníticos de formas curiosas y únicas. En Wadi Rum se puede pasear en dromedarios y tener incluso una de las cenas románticas más bonitas de la tierra.
Consejos sobre Jordania
- La moneda: es el dinar jordano (JD), coloquialmente llamado jaydee. Hay billetes de 1, 5, 10, 20 y 50 JD. Puedes cambiar dinero en bancos, oficinas de cambio y en muchos hoteles. Evita cambios en lugares de dudosa reputación. Si prefieres no llevar tanto suelto, puedes usar tu tarjeta de crédito en la mayor parte de los lugares, aunque si te adentras en el mercado no creo que te sea de mucha ayuda. El horario de los comercios es como en España, no te preocupes.
- Visado: sí, es necesario para entrar al Reino Hachemita. Este visado se obtiene directamente en el aeropuerto y cuesta unos 23 euros. Si no, olvídate de conocer Jordania. En cuanto al pasaporte, se sugiere que viajes con uno que tenga validez de seis meses como mínimo. Lleva, por si acaso, copias de otros documentos por si tienes algún percance.
- Transporte: el centro del movimiento está en Amman. De ahí te moverás a los distintos puntos aunque pernoctes en Petra después. Las distancias, en general, son cortas y los puntos que te hemos señalado están muchos en el mismo camino. Hay taxis (negociables) o transportes públicos en los que puedes moverte. Solo ve con poco equipaje para moverte más fácilmente.
- Religión: el uso del hiyab es muy común en el país al ser musulmán sunita. Pero también es una nación liberal. Como ejemplo, su reina Rania, que lleva el pelo suelto. De todas formas, cuida el uso del bikini. Quizás no se ve tan bien.
- Clima: te aconsejamos firmemente que lleves gorra, pañuelo y crema solar.
Ahora sí, ¡a disfrutar tu viaje!