Estar enamorado, planear una escapada y sorprender es una ecuación con un resultado sencillo: la necesidad de viajar a Italia en San Valentín. El mejor plan sin duda para quienes están enamorados es viajar al país que alberga la ciudad del amor -Roma-, o el escenario de los enamorados más conocidos de la historia – Romeo y Julieta – aunque para esto habrá que visitar Verona.
Viajar a la ciudad donde la moda enamora, en este caso Milán o viajar a Venecia, la ciudad donde tantas escenas románticas nos ha dejado el cine a bordo de una góndola; da igual la ciudad que elijas porque todo en Italia sabe a amor en estado puro, suena a puro romanticismo y tiene un tacto de lo más tentador. ¿Serás capaz de resistirte a esta escapada?
El propio Valentín es italiano
No hay excusas para no hacer este viaje romántico a Italia, donde dicen que tras una cena romántica la vida se ve mejor, y no es de extrañar cuando la cocina italiana también enamora a todos cuantos la prueban. ¿Qué tiene la cocina italiana que encandila al mundo entero más allá de las fronteras de donde pertenece el mismísimo San Valentín?
Los antipastos
No puedes viajar a Italia, a cualquiera de sus ciudades, y volver sin haberte hecho un experto en aperitivos italianos o como ellos los llaman: los antipastos. Suculentos entrantes en los que reina el queso. Una oportunidad única de probar los quesos italianos por excelencia: el parmesano reggiano, los pecorinos, el asiago o la mozzarella.
También el aperitivo que se nutre de conocidos embutidos italianos como el prosciutto y la mortadela. Aderezos increíbles para estos entrantes a los que no debes renunciar, cuando además debes tener en cuenta que la costumbre de su uso se remonta al Renacimiento.
Las pastas
Una vez te decidas por los vuelos a Roma o a cualquiera de las ciudades que optes visitar en tu escapada romántica, tu siguiente preocupación debe ser cómo elegir la mejor pasta entre cartas en las que las posibilidades son infinitas. Tratándose de un viaje como el que estamos abordando, tampoco está de más sepas qué tipos de pasta te encontrarás a tu llegada para poder sorprender aún más – si es que se puede- a tu pareja.
En este sentido, debes saber que las diferentes salsas que encontrarás son propias de una región o zona concreta del país. Decidir entre ellas es una ardua tarea, máxime cuando la tradición y la fama de la gastronomía italiana no es gratuita, puedes creernos.
Aun así, y además de las consabidas pizzas que probarás a lo largo y ancho de tu viaje, te recomendamos que no vuelvas sin probar los fetuccini alla putannesca. Propios de la zona de Nápoles, esta pasta fresca se adereza con una salsa hecha a base de ajo, guindillas secas, aceite de oliva virgen, anchoas y por supuesto tomate.
El trenette al pesto propio de la zona de Génova junto con los panzotti alla genovese son otros platos indispensables que deberás reconocer en cualquier restaurante que se precie y en el que elijas tener esa cena romántica que jamás olvidarás. Tendrás el escenario adecuado, la mejor compañía y un festín para todos los sentidos a través del gusto. ¿Se puede pedir algo más?
Los spaguetti al ragú alla bolognese, o lo que nosotros conocemos como boloñesa, o el vermicelli con le vongole propio de Nápoles serán otras buenas elecciones sin duda. La carne y la salsa no te sabrá como algo que hayas probado antes si eliges lo primero, mientras que el sabor de las almejas, el ajo y el perejil serán los protagonistas si eliges el segundo. Aunque hablaremos de maridajes para que la cena sea perfecta, en este caso debes acompañar esta elección de algún vino blanco del país. El éxito así estará garantizado.
Los postres
Aunque solo conocemos algunos como el tiramisú o la panna cotta, que por supuesto deberás probar allí sobre el terreno, anota estos nombres porque no deberás olvidarte de pedirlos una vez los leas en cualquier carta: el babá con crema inglesa o en cualquiera de sus formas, el migliaccio napolitano – una especie de tarta de queso -, la crostata de mermelada y la zuppa inglesa.
Los vinos
Maridar las comidas que elijas con los mejores vinos no te va a costar mucho trabajo en suelo italiano. Pero eso sí, para que ese viaje romántico sea todo un éxito deberás tener en cuenta que los rosados italianos espumosos te pegarán con cualquier plato que elijas, mientras que los tintos del país irán mejor con los platos de carne.
No te prives de pedir varios tipos de vinos para una misma comida. No siempre se viaja a Italia, y aún menos se viaja a Italia en San Valentín.
Donde hospedarse: hoteles en Roma
Hospedarse en italiana es tarea fácil gracias a la increíble oferta hotelera con la que cuenta la ciudad en general y Roma en particular. La oferta es amplia y variada en cuanto a rangos y precios se refiere. Una oferta que pasa desde alojamientos en villas de lujo enclavadas en viñedos de ensueño, a hospedajes mucho más modestos pero no por ello exentos de las comodidades que necesitas para tu viaje a Italia.
Pese a todo y en líneas generales, en la totalidad de los hoteles te llamará la atención la funcionalidad. Si optas por hospedarte en apartamentos, una posibilidad cada vez más extendida, en este caso será un acierto si el viaje se hace en grupo y se comparten los gastos. El hospedaje en Italia no se caracteriza en ningún caso por ser barato.
Buscar con tiempo y ser previsores convertirá en realidad la posibilidad de conseguir alojamientos más económicos que si se toma la decisión a última hora.
Si entre tanta pasta, vino, romanticismo y amor te queda algún hueco, es recomendable parar en alguna ostrería, probar alguna trufa, pararse a comer despacio, tomar un buen café italiano, darse un beso de amor en cualquier calle adoquinada, hacerse la mejor foto y no olvidar que en Italia el tiempo pasa volando. Viajar a Italia en San Valentín o en cualquier época del año es viajar a la ciudad donde el mundo se come a bocados.