La provincia de Tarragona, así como su ciudad, te ofrecen un gran abanico de posibilidades. Visita esta zona histórica de Cataluña acompañado de tus amigos o tu familia e, incluso, puedes optar por realizar un trayecto con tu mochila al hombro. Existen muchas opciones para disfrutar en la capital tarraconense, sin olvidar que está bañada por el mar Mediterráneo.
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Comenzamos en Tarragona ciudad
Tarragona ciudad ha tenido siempre una gran importancia por su situación y por estar a las orillas del mar Mediterráneo. Ha sido asentamiento de diferentes pueblos, entre los que destacan los romanos, árabes y, por supuesto, los reinos cristianos. Todos ellos han dejado en toda la provincia verdaderos monumentos que han quedado para la posteridad y que, por suerte, puedes visitar y admirar.
Para ayudarte en tu visita a la capital tarraconense, te proponemos algunas visitas que debes hacer y que son prácticamente obligatorias si decides conocer esta hermosa ciudad.
La Rambla Nova
Comenzamos por uno de los paseos imprescindibles por el casco urbano de la ciudad. La Rambla Nova te ofrece una amplia variedad de servicios, al mismo tiempo que un recorrido por el centro histórico de Tarragona en poco más de un kilómetro.
En el siglo XIX terminó por derrumbarse la antigua muralla medieval que separaba a la ciudad. Entonces se decidió construir esta rambla, la cual es, actualmente, un núcleo comercial muy importante.
En su trayecto, puedes elegir un lugar para comer o comprarte algún recuerdo de tu visita a la ciudad. Seguramente te quedes a admirar el monumento dedicado a los Castellers por su impresionante altura, emulando los castillos humanos tan representativos de la cultura catalana.
La Plaça del Rei
Esta concurrida plaza se ubica en el casco antiguo de Tarragona, también conocido como la Parte Alta. Se sabe que en la antigüedad se podía encontrar en la zona las murallas romanas que establecían el límite con el Fórum Provincial de Tarraco.
En torno a esta plaza, puedes encontrar el Museo Arqueológico Nacional de Tarragona del siglo XIX. También estará la Torre del Pretorio y una iglesia de la época barroca.
Dentro del Museo Arqueológico Nacional tienes la oportunidad de admirar diferentes mosaicos de origen romano, así como piezas de la Edad Media. Lograrás ver reunidos en un solo lugar los resquicios del pasado glorioso que fueron la base de esta ciudad.
El Balcón del Mediterráneo
El Balcó del Mediterrani es realmente un enorme mirador en el que te puedes pasar horas admirando el litoral y sintiendo la brisa marítima en tu rostro. Sin duda, este momento relajante y de contemplación no lo disfrutarás solo, ya que muchos turistas buscan este paisaje tan emblemático.
Este lugar, que supone unos cuatro kilómetros de longitud. Lo encuentras una vez que has recorrido la Rambla Nova. Entre las vistas tan increíbles que ofrece, te encuentras el anfiteatro romano y el puerto de la ciudad.
Anfiteatro y circo romano de Terraco
Se conoce la fecha de su construcción, durante el siglo II de nuestra era. Por suerte, se conserva bastante bien, lo que permite imaginarnos cómo eran los espectáculos en la arena. Con una capacidad que albergaba a 14,000 espectadores, aún puedes observar los habitáculos por donde introducían a los animales en el centro. El resto de la historia, seguramente, ya lo conoces.
Por suerte, admirar este monumento no supone un gran coste para tu bolsillo. Este puede incrementarse con la visita a los diferentes recintos, lo cuales, actualmente, forman parte de los hallazgos arqueológicos. Siempre puedes ver algunos de los descubrimientos más interesantes encontrados en este anfiteatro dentro del Museo Arqueológico Nacional.
Al lado del anfiteatro puedes encontrarte el circo romano. Su construcción es más antigua, exactamente un siglo antes con respecto al anterior. Tenía una capacidad de 25,000 espectadores y presenta la ventaja de ser uno de los mejores conservados, en comparación a los existentes de esta época.
Como peculiaridad, una de las bóvedas del circo conduce al Pretorio y este, a su vez, permitía acceder al Fórum. Aunque no podrás moverte por estos restos romanos, siempre puedes imaginarte su grandeza.
Catedral de Santa Tecla
La Catedral de Santa Tecla terminó de construirse en el año 1331. Posee distintos estilos arquitectónicos, los cuales van desde el arte románico hasta el gótico. Está levantada en la parte más alta de la ciudad y sobre lo que fue un templo romano y una mezquita árabe.
Su belleza interior se complementa con su antiguo órgano y su coro, ambos del siglo XIV, además de sus diversas capillas en donde el arte sacro consigue captar la admiración del visitante.
En las inmediaciones de la catedral se encuentra el Museo Diocesano de Tarragona, donde puedes encontrar la colección de Tomàs Costa i Formaguera, quien fuera arzobispo del lugar. En él se aprecian piezas romanas y de la época musulmana. No pueden faltar las diferentes esculturas religiosas, pinturas y demás objetos litúrgicos que nos hablan de la historia de este templo a lo largo de los siglos.
Barrio El Serrallo
Este barrio, también con mucha historia, llegó a formar parte de la tradición pesquera de Tarragona, ya que era el lugar donde los pescadores tenían sus casas y hacían su vida. Actualmente ha experimentado un espectacular cambio, no sin perder ese encanto de años atrás.
Obviamente, está cerca del puerto, por lo que sus residentes pueden admirar en muy pocos pasos los barcos que están estacionados en el mismo, así como los yates que visitan la ciudad.
Puedes comer en sus numerosos restaurantes y acercarte a la comida tradicional tarraconense. Si visitas temprano la Lonja, apreciarás la subasta de pescado, a la que pueden acceder los lugareños y cualquier personal que lo desee.
Entre los edificios emblemáticos de este barrio, siempre concurrido por el turismo, destacan la Cofradía y la iglesia de Sant Pere.
Acueducto de Les Ferreres
El Acueducto de Les Ferreres, de construcción romana, se encuentra a muy pocos kilómetros del centro de la ciudad. Merece la pena contemplar esta obra majestuosa de la arquitectura antigua, la cual alcanza los 27 metros de altura y que permitía abastecer de agua a toda Tarraco.
Es posible atravesarlo y disfrutar así de una de las rutas de senderismo que encuentras en las afueras inmediatas de esta histórica urbe.
Como has podido ver, la ciudad de Tarragona ofrece muchas opciones, algunas de las cuales debes conocer por tu cuenta. Pero, si sales de la capital, la provincia tarraconense es tan mágica como la ciudad. Por eso, te recomendamos coger el coche y no perderte algunos de los rincones que, a continuación, te mostramos.
Una vuelta por la provincia de Tarragona
Las poblaciones de la provincia tarraconense están llenas de historia, al igual que su capital. En ellas puedes encontrarte los restos de las mismas culturas que ya vimos en la ciudad de Tarragona, además de templarios e íberos que habitaron la provincia, dejando parte de su esencia en ella.
Por supuesto que la naturaleza de esta zona de Cataluña tampoco tiene desperdicio y es muy apropiada si te gusta el senderismo. No podemos dejar de lado el Delta del Ebro, con su sierras y barrancos, que ofrece a los ojos paisajes inolvidables, los cuales puedes disfrutar con toda la familia en un idílico día de picnic.
Montblanc, una joya desde la Prehistoria
Este patrimonio natural, reconocido internacionalmente, nos remonta a la Prehistoria, al visitar la sierra de Prades. En ella, se encuentran pinturas rupestres, declaradas por la UNESCO Patrimonio Mundial.
El Medievo también dejó en este territorio parte de su encanto: este lo hallarás en los restos de la población que, por suerte, se siguen conservando.
Debes saber que la ciudad de Montblanc es mítica al atribuírsele el famoso combate entre Sant Jordi y el dragón. El resultado ya lo conoces bien, el rescate de la princesa y la derrota del santo sobre la bestia.
En su más de kilómetro y medio de murallas que atraviesan la ciudad, tienes la fortuna de divisar 25 torres, las cuales puedes visitar y que forman un trayecto mágico de más de 45 minutos. Las vistas de la población son un encanto y te será muy sencillo realizar fotografías para el recuerdo.
Durante las diferentes festividades que se llevan a cabo en la ciudad son comunes las representaciones medievales de batallas que, sin duda, son uno de los mayores atractivos turísticos.
A las afueras, a pocos kilómetros de distancia, debes detenerte en otra joya arquitectónica como es el Monestir de Poblet. También ha sido reconocido por la UNESCO, al ser uno de los monasterios más grande del continente.
Toll de l’Olla
Toll de l’Olla es realmente una poza que pertenece al río Brugent. Destaca por un salto de agua que hace de este lugar un rincón de ensueño, por el que merece la pena pararse en el camino.
Lo encuentras una vez que llegas a la población de Farena y decides recorrer el Camí de la Cadeneta. Aunque el trayecto no es sencillo, ya que no hay una carretera asfaltada, merece la pena correr estar aventura. Seguramente se te haga fácil llegar siguiendo a otros turistas que, al igual que tú, no quieren perderse este paisaje natural como sacado de un cuento de hadas.
Siurana, el reducto deseado de Al-Ándalus
Esta pequeña población está llena de historia. Por lo que más destaca es por los paisajes que ofrece y por ser un fortín deseado por Al-Ándalus, logrado hasta el siglo XII.
Su situación geográfica hacía de Siurana un lugar complicado de dominar. Por suerte, hoy día podemos entender la magia que veían en esta población las antiguas colonizaciones.
Siurana es un espectáculo para la vista, ya que desde sus miradores se pueden observar las montañas de Prades, el famoso pantano Siurana y la sierra de Montsant. Sus miradores naturales están a la mano de cualquiera, a apenas unos metros de la población, en un sendero que recomiendan visitar al atardecer para contemplar plenamente su belleza.
No faltan las historias míticas que llenan de magia este lugar. Una de ellas te permite ver las huellas del caballo de la reina Abdelazia que no dudó en lanzarse junto con él por un precipicio, antes de ser capturada por los cristianos, durante las guerras de Reconquista. Tras la ocupación cristiana, se levantaron templos como la iglesia de Santa María, el cual puedes visitar gracias a su perfecto estado de conservación. Peor suerte tuvo el castillo de la población, destruido durante la Guerrra dels Segadors. Actualmente, puedes visitar sus ruinas de manera guiada si visitas la oficina de turismo.
Más info: qué ver en Siurana.
Miravet
En las orillas del Ebro, en lo alto de una gran roca, se encuentra Miravet, majestuosa población que destaca por su fortaleza de origen árabe y de ocupación templaria. Aunque sus primeros habitantes eran íberos, apenas quedan restos de este pueblo. Es posible visitar el castillo, el cual se conserva bastante bien a pesar de haber sufrido demasiadas guerras.
Miravet también te ofrece el único transbordador fluvial del río Ebro, el Pas de la Barca. Tienes la oportunidad de vivir una magnífica experiencia al subir a la embarcación que lo atraviesa, que conserva el mismo mecanismo desde sus orígenes.
Si visitas esta población en la última semana de junio, tienes la posibilidad de disfrutar de la fiesta de la cereza. Miravet destaca por sus extensos campos de cerezos. En torno a estos, suele hacerse en esos días una paella que puede degustar el visitante. No faltan los licores realizados con esta fruta, así como la prueba de sus distintas variedades.
Poble vell en Corbera d’Ebre
En la inmediaciones de Corbera d’Ebre existe un pueblo abandonado, Poble vell, que fue devastado por la guerra civil española en 1938. Desde entonces, los vecinos de Corbera, a través del turismo, han conseguido conservar este recuerdo de su pasado como una atracción histórica de lo que fue la antigua población.
Entre las ruinas, destaca la iglesia de Sant Pere de la que aún se puede apreciar su torre, intacta a pesar de sufrir una destrucción.
Como ves, Tarragona ofrece una multitud de rincones que no puedes dejar de conocer. Tanto la ciudad como la provincia están llenas de historia que casi se puede respirar por sus calles y campos.
Información práctica para visitar Tarragona
Mapa de Tarragona
Cómo llegar a Tarragona
- Coche: cerca de la AP-7 y conectada directamente con Barcelona a poco más de 1 hora de distancia y a 2 horas y media con Valencia.
- Avión: Desde fuera de España el aeropuerto más cercano es el de Reus a 10 km y con vuelos directos desde diferentes países de la Unión Europea. Para los vuelos nacionales sería necesario volar a El Prat (BCN) para luego coger un bu, tren de cercanías o coche de alquiler. Puedes buscar vuelos baratos con Viajes Carrefour.
Dónde dormir en Tarragona
Aquí te dejamos toda la información ampliada: dónde alojarte en Tarragona por zonas y hoteles.
Si vas a Tarragona tienes que alojarte varias noches en la ciudad o alrededores, hay bastantes opciones, desde las más económicas en hoteles de 1 o 2 estrellas, pasando por apartamentos vacacionales, hasta hoteles de 4 o 5 estrellas en régimen de Todo Incluido. Tarragona se adapta a tu presupuesto.
Las mejores zonas son:
- Centro histórico: una opción que nunca falla es el AC Tarragona de 4 estrellas.
- La Rambla Nova: Urbis Centre de 3 estrellas, o Lauria con 3 estrellas también, son 2 muy buenas opciones para alojarte en esta zona, en el balcón del Mediterráneo.
- El Serrallo: en las inmediaciones del puerto deportivo, otra de las zonas a tener en cuenta para alojarte en Tarragona. Aquí te recomendamos hoteles como Port Plaza Apartaments.
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