¡Viajar a Sicilia es una oportunidad increíble! Todo el que visita esta isla mediterránea acaba encantado por su singular contraste entre patrimonio natural e histórico. Sin duda, un lugar en el que tus vacaciones cobrarán un sentido muy diferente. Pero ¿qué hacer en esta región? Para que puedas planear tu escapada, en este artículo te mostramos qué ver.
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1. Catania, dominada por imponentes montañas
¿Has oído hablar del volcán Etna? Uno de los gigantes de Europa se encuentra justo en esta región, donde confluyen los paisajes marinos y montañosos. Es el segundo más grande del continente y suele entrar en erupción casi cada año, pero no te preocupes, puedes visitar la ciudad de Catania para contemplarlo sin problemas.
Italia está salpicada de vestigios ancestrales, y esta región no iba a ser menos. Aquí puedes visitar el Odeón, un teatro romano levantado en el siglo II d.C. ¿Quieres saber una curiosidad? Su distribución del sonido era tal que hasta finales del siglo XX lo siguieron utilizando para conciertos y otras manifestaciones artísticas.
Si quieres visitarlo, lo encontrarás en la plaza de San Francisco, que se ubica junto a la vía Vittorio Emanuele. Ya te adelantamos que su estado actual no es bueno, puesto que se nota el paso de los años. Sin embargo, podrás visitarlo con total normalidad, y te proporcionará una visión real de cómo han llegado las edificaciones romanas a nuestros días.
Pero ¿dónde quedarse en Catania? Tienes una oportunidad ideal para dormir en pleno casco histórico, y es que esta ciudad no tiene una demanda de habitaciones tan masificada. Para no ser una ciudad tan céntrica, cuenta con conexiones de transporte muy cómodas a otros puntos de la región.
2. Conoce una ciudad diferente en Palermo
Cuando visitamos Italia, nos hacemos a la idea de que veremos esculturas y construcciones milenarias por todos lados…, y acaba siendo así. No obstante, esto no es todo lo que este país te puede ofrecer. Nosotros te proponemos que te desvíes de tus planes y conozcas Palermo, una ciudad que en nada se parece a las demás.
La influencia mediterránea ha hecho de la capital de Sicilia un espacio dominado por edificios normandos, arquitectura cristiana y hasta un mercado marroquí. En realidad no es tal, pero los puestos que abundan en su plaza principal dan la sensación de serlo. Para que puedas verlo con tus propios ojos, apunta este lugar en tu lista: el Mercado de Ballarò.
¿Te gusta la arquitectura histórica? En ese caso, hemos dado con una parada obligatoria en tu viaje. La catedral de Palermo se asoma por encima del casco histórico de la ciudad en una imagen imponente. Lo más llamativo es la mezcla entre estilos árabes y normandos que da lugar a una fachada algo difícil de comprender, pero muy estética.
Si buscas alojamiento en Palermo, encontrarás tranquilidad. Esta ciudad puede ser el mejor lugar en el que quedarte durante los tres días. Hay hoteles diseminados por sus calles antiguas, y muchos son bastante baratos para la región. Para que tus vacaciones sean perfectas, te aconsejamos que te quedes muy cerca de la playa; hay apartamentos turísticos incluso en primera línea.
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3. Excursión a Siracusa, Patrimonio de la Humanidad
Esta comune italiana tiene la particularidad de haber recibido la más alta distinción de la UNESCO. En el año 2005, fue nombrada Patrimonio de la Humanidad junto a la necrópolis de Pantalica, un enorme complejo funerario con más de 5000 tumbas. Descansar en tu viaje será algo más enriquecedor si lo haces en sus playas o en la isla de Ortigia.
Por otro lado, los amantes de la historia encontrarán aquí un recorrido por el pasado de esta región. El Templo de Apolo es un ejemplo de ello, ya que fue construido por los griegos y, posteriormente, convertido en iglesia por los bizantinos. Para complicarlo todavía más, los árabes lo transformaron en mezquita.
En tu excursión a Siracusa, te proponemos que incluyas tres paradas que te ayudarán a conocer el Mediterráneo en todo su esplendor. Las playas de Avola, Fontane Bianche o Porto Arenella son un enclave paradisíaco escondido entre tanto patrimonio artístico y romano. Sin duda, un espacio que no te dejará indiferente.
Hay una muestra de la cultura siciliana que tiende a ser curiosa. Se llama Opera dei Pupi, que en español se podría traducir como teatro de marionetas. Lo que más nos ha llamado la atención son sus puestas en escena minuciosas y su recargado vestuario. Puedes descubrirla en el Teatro dei Pupi.
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4. Taormina, la ciudad de las calles decoradas
Visitar Taormina es una oportunidad para hacer algo que quizá no te habías planteado: perderte. Nos referimos a dejarte llevar por sus calles y recorrerlas con todo un día de margen. Su especial decoración dista mucho de la que poseen ciudades cercanas, sobre todo gracias a la incorporación de cerámicas pintadas en casi cualquier espacio.
Cuando llegues, te encontrarás de frente con el Duomo di Taormina, pero lo que más nos importa ahora es su plaza. Si en tu recorrido no te da tiempo a entrar en edificios, te recomendamos que conozcas su singular fuente. En ella, se exponen las principales criaturas del imaginario colectivo romano, como los centauros. El agua, por su parte, proviene de esculturas de caballitos de mar.
¿Te gustan las pequeñas islas naturales? Isola Bella es un paraje muy singular, y puedes ir caminando hacia ella cuando la marea está muy baja. Lo que más destaca es su pequeña costa rocosa y su paisaje frondoso. Hoy en día, es una reserva natural administrada por el gobierno provincial, aunque se puede visitar igualmente.
Queremos que tu paseo por Taormina sea lo más libre y relajado posible, por eso no te propondremos una ruta. Lo que sí te aconsejamos es que llegues a Corso Umberto, la vía principal. Te aseguramos que encontrarás conceptos ornamentales con cerámica que formarán parte de los recuerdos de tu viaje.
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5. Excursión al monte Etna, la furia de Europa
Muchas personas se aventuran a hacer una excursión al monte Etna con mochila y zapatillas de trekking. Es la furia de Europa, puesto que se trata del más activo. Para que te hagas una idea: está tan elevado que en la cima puede haber entre 8-10 grados menos de media. Increíble, ¿verdad?
Pero ¿cada cuánto entra el Etna en erupción? Si te planteas esta cuestión para planear tu itinerario, no te preocupes, su actividad no suele causar peligros a la población. Puedes subir en funicular o por tu propio pie, o también combinar varios kilómetros en cada modalidad. Sea cual sea tu opción, lo mejor es que evites el invierno para que no te nieve encima.
Gracias a las sucesivas erupciones, su paisaje suele cambiar constantemente. Con la última de todas, por ejemplo, ganó más de 30 metros de altitud. Que esto no te suene a antiguo, pues tuvo lugar justo el año pasado. Como te decimos, el único inconveniente suelen ser las lluvias de ceniza que cubren los pueblos cercanos.
En realidad, este complejo montañoso no está tan lejano a la ciudad. Si accedes en coche, tardarás poco más de una hora en llegar a la parte más baja. De ahí te toca hacer senderismo hasta la Torre del Filósofo, el punto más alto al que se permite llegar frecuentemente. Si quieres llegar a la cima, tendrás que solicitar una visita guiada por un vulcanólogo.
6. Conoce la gastronomía Siciliana
¡Qué mejor manera de conocer Sicilia que a través del paladar! Esta región se caracteriza, además de todo lo que hemos visto, por su singular concepto gastronómico, que marca diferencias respecto al italiano. Eso sí, espérate un menú formado, al igual que en el resto del país, con un entrante de pasta y un principal de carne.
Uno de los platos que más nos ha gustado es la caponata siciliana. Se trata de un suculento estofado de verduras que se sirve sobre una rodaja de pan y en el que se imponen las berenjenas. Otro de los platos más representativos es la pasta con salsa pesto, que adquiere un toque diferente gracias a los frutos secos con los que la aderezan.
Respecto a sus postres, hay uno que debes probar si decides visitar Sicilia: el cannolo. Es una especie de barquillo blanco relleno de masa con esencia de vainilla y un toque de vino. Puedes encontrarlo por todos lados, incluso como acompañamiento de otros postres más complejos.
Si te decimos la palabra arancina, probablemente no sepas de qué se trata. Pero si ves una, te recordará a una croqueta española. En efecto, son la versión siciliana de nuestra comida más representativa. Están hechas de jamón, espinacas, mozzarella o pistachos, y son tradicionales en los puntos de venta callejeros.
Como has podido ver, viajar a Sicilia en tres días puede ser una oportunidad estupenda. En poco tiempo, conocerás paisajes montañosos, mediterráneos y volcánicos. También descubrirás vestigios romanos, griegos y árabes. ¡Hasta un teatro de marionetas! Sin duda, tu mejor elección para pasar unos días en una de las islas más grandes de Europa.
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