¿Qué ver en París? Esta capital europea, de enorme importancia histórica, es el centro mundial para los que en la actualidad sienten pasión por la moda, el arte o la gastronomía. Si dispones de 4 días para visitar la Ciudad de la Luz, tendrás tiempo de conocer no solo los lugares emblemáticos, sino sus calles, de gran belleza y muy estimulantes. ¡Escápate con amigos, familia o en pareja para recorrerlas hasta que se desgasten las zapatillas!
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El primer día: tu llegada a París
Una de las primeras impresiones positivas del viajero es la arquitectura predominante en la ciudad, que es del siglo XIX. La Revolución Industrial llevó el hierro colado, los azulejos, el hormigón armado y el vidrio a ser los materiales de construcción preferidos.
Muchos de los monumentos construidos en esa época son emblemáticos de la ciudad, y es un must visitar todos los que puedas. Y no te olvides de dos más, aunque no sean de exactamente esa tendencia: Notre Dame y el Arco del Triunfo.
La Torre Eiffel
No tenemos que decirte que es el icono de París, pero probablemente te gustará saber que, además, es una emisora de radio y telecomunicaciones desde 2022, cuando instalaron una antena en su cima. Nos encanta contarte que hay varios restaurantes: el Jules Verne, muy famoso, el Michelin de la segunda planta y Madame Brasserie, en la primera planta.
Recibe más de ocho millones de visitantes al año, que se deleitan con las vistas y el vértigo de llegar a la cima. Si quieres tener buena visibilidad, asegúrate de que el tiempo estará despejado. Es preferible reservar una visita guiada, para contar con un guía y evitar las colas.
El Grand Palais
A dos pasos de los Champs-Élysées podrás ver la inmensa cúpula acristalada de este monumento histórico, que fue construido para la Exposición Universal de 1900. Encontrarás tres espacios distintos, de los cuales la Nave, o Nef, alberga espectáculos nacionales e internacionales de arte contemporáneo y equitación, entre otras atracciones, en sus amplios 240 metros de longitud.
¿Qué ver en París? En las Galeries Nationales hay obras de importantes artistas, también del país y del mundo. Recibe exposiciones temporales de los museos franceses, que ceden sus colecciones. En el Palais de la Découverte podrás adentrarte en un museo y centro cultural dedicado a las ciencias. Algunos de los salones más famosos se han basado en temas artísticos, comerciales o técnicos.
La Gare de Lyon
Es la estación de trenes del distrito 12 y recibe más de 100 millones de visitantes al año. No solo se trata de un lugar para los viajeros, ya que muchos acuden a sus instalaciones para admirar su estilo arquitectónico. La Torre del Reloj, diseñada por Charles Garnier, es un monumento histórico de 67 metros de altura desde donde es posible contemplar las vistas panorámicas de la ciudad.
En el pabellón 1 se encuentra el restaurante Le Train Bleu, adornado lujosamente con muebles exquisitos, molduras, tapizados y lámparas. Ha sido declarado monumento artístico y constituye una institución de la ciudad. Comparte este espacio privilegiado con sus antiguos comensales famosos: ¡Coco Chanel o Salvador Dalí! Además, hay otros restaurantes, tiendas de belleza, de accesorios y prêt-à-porter.
Las Halles
Las naves centrales o de París fueron originalmente un mercado mayorista cubierto, hasta que en 1968 se trasladó para ser sustituido por el centro comercial con paredes de cristal llamado Forum des Halles. Allí es posible conocer la Fontaine des Innocents, de estilo renacentista, y el Pavillion des Arts, donde hay exposiciones temporales, y que cuenta con un jardín en la azotea.
Es un centro para el ocio y el lugar perfecto donde ver una película en las salas más visitadas del continente europeo mientras descansas un rato, o para ver de cerca a los intérpretes de hip hop y rap. Aprovecha la ocasión y haz tus compras de marcas exclusivas en sus tiendas conceptuales. La oferta gastronómica está dignamente representada por Le Champeaux, una brasserie de corte contemporáneo con tres estrellas Michelin.
Notre Dame y el Arco del Triunfo
¿Qué visitar en París? Notre Dame y el Arco del Triunfo son dos monumentos que no puedes dejar pasar. Al aproximarte a la catedral empezarás a apreciar el valor de su exquisita arquitectura. Los arbotantes y rosetones característicos del gótico encuentran su máxima expresión en esta obra de arte, quizá el más famoso templo de la Cristiandad y, sin duda, el más visitado, con 23 millones de personas al año.
Aproximadamente a un kilómetro de distancia está el Arco del Triunfo. Es otro soberbio emblema parisino, un homenaje a los que lucharon y sucumbieron en las Guerras Napoleónicas y la Revolución Francesa. Constituye el centro neurálgico de la ciudad, desde el que parten las 12 avenidas principales.
Imprescindible en tu segundo día: un museo parisino
Como centro cultural de importancia planetaria, la inmensa oferta de la ciudad está representada principalmente por sus valiosos museos y galerías de arte. Un dato que puede interesarte: París es la tercera urbe con más instituciones de ese tipo en el mundo, cerca de 150. Está solo detrás de Londres, con 200, y Ciudad de México, con 170. Ven con nosotros y podrás escoger ¡el que más te llame la atención!
Museo del Louvre
Ya la edificación, el Palacio del Louvre, es de por sí un portento. Se trata de un complejo arquitectónico del siglo XIII que fue levantado a orillas del Sena en diversos estilos: gótico francés, Luis XIII, barroco, Segundo Imperio y moderno. Contiene 70 000 metros cuadrados de salas de exposición y, de esta forma, es uno de los museos más extensos del mundo.
Solo acoge las obras de arte más excelsas. Entre las de mayor fama, figuran la Victoria Alada de Samotracia, la Venus de Milo, La Libertad Guiando al Pueblo, las Bodas de Caná y el Esclavo moribundo y la Gioconda.
Desde las artes decorativas, la antigüedad y el arte clásico, la exposición permanente cuenta con varios departamentos. Si quieres hacer un auténtico viaje en el tiempo a través de la historia del arte, ¡no te los pierdas!
- Antigüedades Egipcias.
- Antigüedades Griegas, Etruscas y Romanas.
- Antigüedades del Cercano Oriente
- Antigüedades orientales.
- Colección de pinturas y esculturas.
- Artes decorativas: orfebrería, cerámica, vitrales y tapices.
- Artes del Islam.
- Artes gráficas.
Museo de Orsay
¿Te gustan la sutileza y el colorido de los impresionistas? Entonces, no dejes pasar la oportunidad de admirar las 2500 piezas que se exponen en esa institución. La antigua estación de trenes, que data del siglo XIX, acoge actualmente una de las muestras más valiosas y completas de este estilo en el mundo.
Deleita tus sentidos con famosísimas obras como Las cosechadoras de Millet, Almuerzo sobre la hierba de Manet, Mujer con sombrilla vuelta hacia la izquierda de Monet y Los jugadores de cartas o Manzanas y naranjas, de Cézanne.
Vincent van Gogh está representado por algunas de sus creaciones de mayor belleza y trascendencia. Entre ellas, Noche estrellada, La siesta, Autorretrato, El doctor Paul Gachet y La iglesia de Auvers-sur-Oise.
Para finalizar, descansa en la cafetería, que tiene un estilo retro inolvidable. Está cerca del reloj de la estación y será un momento excelente para hablar de las obras en un espacio atemporal.
Museo de la Orangerie
Más impresionistas y posimpresionistas acompañados de arte moderno. Lo imprescindible son Los nenúfares de Claude Monet, dispuestos en una sala circular en la que parecen transcurrir las estaciones y las horas del día. El pintor los concibió con este propósito, inspirándose en las plantas del estanque en su casa de Giverny.
Además, podrás disfrutar de exposiciones permanentes y temporales de artistas como Pablo Picasso, Henry Rousseau y Amedeo Modigliani. De Pierre-Auguste Renoir encontrarás obras como Mujer desnuda en un paisaje, Bañista de pelo largo y Mujer apoyada en su codo.
Museo Rodin
Un año antes de su muerte, uno de los escultores más apreciados del mundo donó al Estado francés todos sus bienes y su obra. El edificio donde se encuentra su museo es el palacete Peyrenc de Moras, u Hôtel Biron. Fue construido en 1727 con estilos arquitectónicos renacentista, neoclásico y rococó y en ese lugar vivió Auguste Rodin desde finales del siglo XIX a principios del XX.
La donación se acordó a cambio de que el Estado adquiriera el palacete a su muerte y lo convirtiera en un museo dedicado a sus creaciones, lo que ocurrió dos años después, en 1919. Además de las que se encuentran en el edificio, date un paseo por el jardín de esculturas, con una extensión de casi tres hectáreas.
Junto con lo que se encuentra en la sede de Meudon, fundada un poco más tarde, la colección se compone de 7.000 fotografías, 10 000 dibujos y más de 6000 esculturas de bronce, mármol, yeso y terracota. El beso, Desesperación, El caminante, El niño pródigo y El pensador, una de las esculturas más representativas del arte moderno, son obras que te dejarán boquiabierto.
Museo del Ejército
Después de conocer el Museo Rodin y para que aproveches la cercanía, visita el del Ejército, que está al lado. Contiene todas las armas, uniformes y accesorios que el ejército de Francia ha utilizado en su larga y gloriosa historia, además de un abundante material fotográfico. Las colecciones rememoran los hechos bélicos en los que participó este cuerpo, desde la antigüedad hasta llegar a la Segunda Guerra Mundial.
Una de las secciones que despierta más interés contiene armas y armaduras de todas partes del mundo, como sucede con la muy amplia que está dedicada a las dos guerras mundiales. En su conjunto, es un viaje por el arte de la guerra que culmina en La Cúpula de los Inválidos, donde reposan los restos de Napoleón Bonaparte.
Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou
El Centro Pompidou, como se le conoce popularmente, funciona desde 1977 con un diseño muy vanguardista de Renzo Piano y Richard Rogers. Está compuesto por varias instituciones, entre las que destaca el Museo Nacional de Arte Moderno, que puede competir con la Tate Modern de Londres y el Museum of Modern Art de Nueva York.
Alberga cerca de 100 000 obras, entre las que figuran varias de Pablo Picasso, Modigliani, Matisse, Andy Warhol, Joan Miró, Philippe Starck, Brancusi, Francis Bacon y Jean Dubuffet. Se trata de una de las colecciones más completas del mundo.
Además, acoge a la Bibliothèque Publique d’Information y el IRCAM, o centro de investigación musical y acústica. El restaurante Georges funciona en la azotea y es un sitio ideal para disfrutar de la vista de París a través de sus ventanales, degustando su cocina gourmet.
Día tres: los seductores mercados de París
Te sorprenderá darte cuenta de que cada distrito de la ciudad, o arrondissement, tiene un mercado cubierto o al aire libre. Son lugares perfectos para adquirir productos para el día a día, delicatessen o especialidades parisinas, así como llamativos souvenirs.
Encontrarás ropa, orfebrería, muebles, antigüedades, artículos de otros países, así como gangas de segunda mano. ¡No se puede pedir más! ¿Cuál vas a conocer en tu tercer día en París?
Mercadillo de Saint-Ouen
Antigüedades y objetos de segunda mano es lo que predomina en este extenso mercadillo de objetos usados, el más grande del mundo, con siete hectáreas de extensión. Se trata de un legendario complejo de 3000 puestos callejeros, tenderetes y tiendas de anticuarios.
Está en la franja norte de la ciudad, cerca de Montmartre, y se compone de 5 mercados cubiertos en cinco calles. Ante una variedad interminable de interesantes gangas, más de uno pierde la cabeza, especialmente los aficionados a las compras.
Mercadillo de Porte de Vanves
Como en muchos mercadillos, lo mejor es acudir a primera hora para encontrar lo mejor, que son principalmente artículos vintage y curiosidades. El ambiente es tranquilo y puedes dar un interesante y relajado paseo para conocer sus 200 puestos, los fines de semana.
Reúne a diseñadores, coleccionistas y artistas, que van en busca de muebles de los siglos XVIII y XIX. También compran ropa antigua, cristalerías, vajillas, arte oriental y africano.
Mercado des Enfants Rouges
Es un mercado cubierto de alimentos, el más antiguo de la ciudad, con un ambiente relajado, lleno de colores y aromas. Quizá lo más llamativo son los productos africanos y de medio oriente, aunque los hay de todas partes del mundo.
Fue fundado en 1615 y además de distintos tipos de comidas, puedes adquirir carnes, quesos, flores o frutas muy frescos y a excelentes precios. Si quieres descansar un rato y comer, cuentas con muchas gastronomías: india, del norte de África, italiana, francesa o japonesa. Si lo que te apetece es un brunch, pasa por L’Estaminet o La Petite Fabrique.
Mercadillo de Montreuil
Este mercadillo funciona desde 1860, por lo que también cuenta con una edad venerable. Aquí hay de todo, nuevo y de segunda mano, de recambios a objetos de vidrio, y es el lugar adecuado para curiosear en busca de rarezas.
Sin embargo, es más conocido por la ropa y las joyas, de las que encontrarás diseños modernos o piezas vintage de famosas casas de moda, como Chanel o Yves Saint Laurent. No olvides regatear, para que consigas precios de saldo y ¡puedas fardar de lo lindo!
Mercados de Raspail
Aquí todo es bullicio y movimiento durante tres días a la semana. Acude al bulevar del mismo nombre los martes y los viernes para comprar productos frescos en el Mercado Raspail.
Los domingos se instala el Mercado Biológico Raspail, con productos orgánicos sin aditivos, así como frutas y vegetales cultivados sin sustancias químicas. La calidad los géneros es insuperable y puedes salir de allí con excelentes aceites y distintos tipos de miel.
Mercado Monge
Este también es un lugar tranquilo, en el que se va a mirar y escoger con calma lo que más apetitoso resulte. Siéntate en alguno de los cafés y restaurantes de la zona, después de hacer la compra, para respirar un ambiente parisino único.
Los productos son de alta calidad y se exhiben con orden y buen gusto, lo que le brinda un encanto especial. Es posible encontrar alimentos que no se expenden en otros lugares, y los marchantes muchas veces son los mismos productores. Las verduras y frutas, los panes artesanales y la miel son excelentes, así como los pescados, mariscos y quesos.
Tu cuarto día: un restaurante inolvidable
¿Qué conocer en París? Comer en un restaurante parisino de lujo es una experiencia que te dejará recuerdos imborrables. La gastronomía legendaria de esta ciudad es uno de sus reclamos turísticos más importantes.
Y sobran las razones. Decoraciones opulentas o de sencilla elegancia, un servicio impecable y una atmósfera inimitable es lo que muchos de ellos ofrecen al comensal más exigente.
L’Astrance
Pascal Barbot, su chef, ha obtenido tres estrellas Michelin y con frecuencia aparece en el salón para saludar. Su estilo se basa en creaciones minimalistas y en la combinación de texturas y sabores, con ingredientes contrastantes.
Sin ostentaciones, pero sofisticado, es uno de los mejores restaurantes del mundo. Prueba sus delicias, como la tarta de setas de estación con foie gras y cítrico, cigala en salsa de crustáceos, pato con tostada de hígado y, de postre, el huevo de leche con jazmín.
Con dos estrellas Michelin, este restaurante opulento inspirado en Versalles es una obra de Philippe Starck. Ofrece cocina europea desarrollada en torno a ideas tan regias como la lubina con risotto de hojas de oro.
Prueba las vieiras con espuma de trufas blancas, la ternera de seda a la parrilla con pimiento dulce o el bogavante azul con hinojo. En los entrantes destacan las hortalizas de raíz y el paté caliente de pintada con ensalada amarga.
Se procura asociar de forma inesperada lo salado, lo especiado y lo ahumado, sabores que siempre se diferencian claramente. Sin embargo, es algo más. Se trata de un lugar sostenible que no acepta el desperdicio de alimentos.
Le Cinq
Lo encontrarás en el hotel Four Seasons George V, con Eric Beaumard como sumiller y Christian Le Squer como chef, que le han dado a este restaurante una especial trascendencia gastronómica. La cocina francesa clásica, con un giro contemporáneo, logra el perfecto maridaje en la selección de vinos, tan raros como exquisitos.
El comedor, con una decoración simplemente majestuosa, ostenta pinturas al óleo, ornamentos dorados y llamativos adornos florales. El menú está avalado por tres estrellas Michelín y podrás probar platos de autor, entre los que destacan la angula ahumada con reducción de zumo de uva, la lubina con suero de leche y caviar o los espaguetis gratinados con jamón, alcachofa y trufa.
Además, han ideado la Escapada Epicúrea. Se ofrece crema de gambas con aceite de avellanas, cebollas gratinadas al estilo parisino y ternera Black Angus con mozzarella y champiñones.
Pavillon Ledoyen
Es un establecimiento con historia y elegancia únicas, además de contar con tres estrellas Michelin. Uno de los más antiguos de París, funciona desde 1792, y fue el lugar escogido por muchos famosos durante la Belle Époque.
Su cocina francesa ha encontrado nuevas versiones con la inspiración del chef Yannick Alléno. Entre sus creaciones, disfruta las croquetas de pescado, la pasta a la chef o los fideos de ternera.
Quedarás deslumbrado por su comedor, que se ha reconocido como monumento histórico y fue remodelado en 2021. Conservó los rasgos del siglo XIX, pero se añadieron intrincados velos florales creados por el Atelier Montex, que proporcionaba bordados para Chanel, y el artista Kostia.
Epicure
Su cocina vanguardista, de la mano de Eric Frechon, también ha sido galardonada con tres estrellas Michelin. Situado en Le Bristol, un hotel premium de gran lujo, es un establecimiento de restauración que ha merecido un elogioso comentario de la Guía: “excelentes ingredientes y técnica impecable, que no deja nada al azar”.
Del menú te contamos que el cangrejo dorado se sirve con condimento de coral y aceite de curry. ¡Tienes que probar esto!: alcachofa asada con ajo rosa de Lautrec y jerez o la paloma bressan, asada y laqueada. De postre, nunca olvidarás el sabor de las cerezas burlat con crema de pistacho y flameadas con kirsch.
¿Sabes ya qué ver en París? Es difícil decidirse en una ciudad con una personalidad tan acentuada, que va de lo señorial a lo irreverente y de lo tradicional a lo más vanguardista. Ojalá que la información que has encontrado aquí te sirva de guía. ¿Estás listo? París, la Ciudad de la Luz, ¡te espera!
Dónde dormir en París
No nos vamos a enrrollar, lo mejor es que veas este artículo: dónde alojarte en París, donde te explicamos las zonas y las mejores opciones para alojarte según cada zona. Como resumen, las mejores opciones: Barrio Latino, Saint-Germain-des-Prés o la zona de la Ópera.