¿Por qué el verano hace que nos sintamos mejor y queramos viajar?
Se acerca el verano, llega el calor, los días más largos y las tardes de terraza con familiares y amigos. Pero esa no es la verdadera razón por la que el verano hace que nos sintamos mejor, aunque ayuda bastante a ello. Viajar en verano se presenta como la clave de la felicidad de nuestro año. Si viajar es beneficioso para la salud, hacerlo en verano es especialmente estimulante y hace que la sensación de bienestar aumente de forma considerable. ¿Quieres saber por qué?
Los beneficios de viajar en verano
El sol brilla y eso sienta bien a tu sonrisa. Es difícil no amar el verano. Aquí te contamos por qué el verano nos sienta tan bien.
El clima puede cambiar el humor. En las estaciones del año más frías es posible la aparición de estados de ánimo más tristes, e incluso episodios de depresión, pérdida del deseo sexual, aumento de peso, cansancio físico, mal humor, insomnio o baja concentración. Los casos de depresión debidos a cuestiones temporales se conocen como trastornos afectivos estacionales y coinciden con la falta de contacto con el sol o el calor.
El sol produce efectos positivos en el cerebro. Nuestro organismo necesita la vitamina D para funcionar correctamente. Y… ¡bingo! La mejor forma de obtener esta importante vitamina es con la exposición al sol para sintetizarla. Tu sistema inmune agradecerá que vayas a la playa.
Estilo de vida más saludable. En verano, debido al calor, nos apetece comer más liviano. Seguro que prefieres una ensalada a un cocido de tu abuela. En verano, por general, ingerimos más frutas y verduras. Y eso, aunque no lo creas, repercute positivamente en tu bienestar físico y mental.
Contacto con la naturaleza. En invierno hace tanto frío que los paseos a la montaña o a la playa se hacen más complicados. Llevar una rutina en ausencia del contacto con la naturaleza hace que los niveles de serotonina disminuyan tanto que te harán sentir bajo de ánimos constantemente. Es asombroso cómo la naturaleza nos regala alegría y energía.
Se modifican los genes. ¡Sorpresa! Numerosos estudios han revelado que el 25 % de nuestro ADN cambia en las estaciones. En invierno se prepara el organismo para luchar contra virus como la gripe. En cambio, en verano, los genes se expresan de diferente manera, sobre todo aquellos que ayudan a eliminar toxinas y grasas acumuladas en invierno. Somos una máquina conectada a la naturaleza, por raro que parezca.
Disfrutar de las vacaciones al sol
Y lo mejor es que en verano tenemos vacaciones. El momento ideal para desconectar, dedicarnos tiempo a nosotros mismos, leer, practicar deporte, descansar, desconectar de la rutina, y viajar.
Viajar reporta grandes beneficios a la salud. Sobre todo, porque te ayuda a conocerte a ti mismo, a superar barreras y miedos, a ser más tolerante, a aprender sobre otras culturas y realidades, a ser social, a descubrir otros lugares… Viajar en verano potencia la creatividad, mejora la autoestima haciendo que te sientas más seguro de ti mismo. Así que, ¿a qué estás esperando para hacer las maletas? ¡Viaja! El mundo te espera.