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Magia en la fiesta de San Juan
La noche del 23 al 24 de junio, en el hemisferio norte se conoce como la noche más corta del año. Y a la vez, en muchos lugares alrededor de la península ibérica, se festeja y conmemora la verbena de San Juan. La coincidencia con la festividad cristiana tiene origen en la cristianización de las festividades otrora paganas, tan arraigadas en la tradición popular que a La Iglesia le convenía, mucho más que intentar que sus nuevos feligreses olvidaran tan importante fecha, arrimar lo más posible la onomástica de un significativo santo.
En varias zonas geográficas de la península esta tradición está profundamente arraigada e incluso, de un tiempo a esta parte, empezó a atraer una cantidad importante de turistas, como es el caso de las Hogueras de Alicante. Cada año, cientos de visitantes ocasionales eligen dedicar unos días de sus vacaciones para conocer este esotérico festejo.
Originariamente, la noche del 24 de junio tenía un motivo igual de espiritual y místico bajo el nombre de Litha o solsticio de verano. Se encuentran fuertes raíces de esta celebración en regiones variopintas como Letonia, Lituania, Noruega, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Estonia, Italia, Francia, Malta, Portugal y, por supuesto, España. Y se conocen indicios de esta celebración desde la época del Neolítico.
Historia y cábalas
Antiguamente se creía que las plantas que crecían y se cosechaban en estas fechas tenían poderes curativos, y encendían hogueras para ahuyentar a los malos espíritus que, se creía, vagaban libremente entre los mortales durante las horas de luna. Además, se creía que las hogueras daban más fuerza al Sol que, a partir de esa fecha, va perdiendo fuerza hasta el solsticio de invierno. También, tradicionalmente el fuego es un símbolo purificador cuya influencia alcanza a las personas que lo observan.
Sin embargo, en Alicante la exigencia del ritual va un paso más allá, siete, para ser exactos, que son las veces que la tradición considera necesarias saltar por encima de la hoguera para que su poder protector te preserve todo el año. Rizando el rizo, si a la vez que se salta la hoguera se lanza una trenza de colores a la persona amada, y ésta la recoge antes de que caiga al suelo, la suerte y la prosperidad bendecirán la unión de estas dos personas. Para los más valientes, existe la opción de caminar sobre las mismas brasas. En varias zonas del interior de España se camina con los pies descalzos sobre brasas de madera de roble. Quien lo hace, normalmente es motivado por el cumplimiento de una promesa y a menudo cargar, literalmente, sobre sus espaldas aquél familiar o allegado sobre quien versó la promesa.
Más fresquita y amable es la costumbre de meterse en el mar, para asegurar salud durante los siguientes doce meses. Si de paso te animas a saltar nueves olas seguidas de espaldas al gigante azul, las malas energías habrán sido eliminadas de tu aura y tu fertilidad se verá aumentada. Al sur de la península se conforman con lavarse la cara a las doce de la noche, eso sí, esa noche está prohibido mirarse al espejo para preservar la belleza hasta el próximo solsticio de verano.
Más concretamente en Alicante, la llamada ´Hogueras de Alicante´ (también conocida como Fiesta del fuego) es una noche para recolección de cosechas y destrucción de todos los males. Tiempo atrás, la noche del 23 al 24 de junio, los lugareños salían a cenar bajo el influjo de las estrellas, y llegada la medianoche encendían hogueras alrededor de las cuales bailaban y cantaban, como recibimiento a la estación estival. Con el tiempo esta celebración ha ido creciendo hasta el punto en que, hoy día, se construyen temporalmente numerosas barracas para ofrecer bebidas y comidas típicas durante toda la noche. A este frenesí se une la Entrada de Bandas con sus bellezas (reinas de las fiestas ataviadas con el traje regional típico) y la tradicional pirotecnia hace acto de presencia desencadenando estruendosas mascletás.
Otras curiosidades de la fiesta de San Juan
Para las y los que buscan el amor, esa noche pueden practicar la prueba de la tinta. Consiste en dejar caer unas gotas de tinta en un papel que será convenientemente doblado y guardado durante esa noche. Al finalizar la fiesta, el santo habrá convertido esa mancha en el nombre del futuro amor de quien hizo el ejercicio.
¿Te sobran pretendientes? Haz la prueba de las agujas y el agua para decidirte. En un vaso con agua, deja flotando tantas agujas como admiradores/as tengas, asigna a cada aguja el nombre de quien corresponde y no te olvides de poner una que te represente a ti. Eventualmente se empezarán a unir. La primera que se una a la aguja que te corresponde es tu futuro amor.
La prueba del baile, también pensada para atraer el amor, consiste en bailar, a solas, a las doce de la noche bajo la luz de la luna y/o las estrellas. No teniendo competencia, te aseguras ser el/la mejor bailarín/a y por tanto los ojos de tus pretendientes no dudarán a la hora de seguirte a ti y sólo a ti.
Sin lugar a dudas si hace tiempo que tienes ganas de hacer una escapada diferente, la fiesta de San Juan y las Hogueras de Alicante son una opción cercana, asequible, y nueva en tanto que le dará un toque romántico, en el sentido esotérico de la palabra, a tus días de vacaciones. Ya sea que viajes solo o sola, con amigos/as, en pareja o con la familia, un viaje a Alicante de este estilo está lleno de opciones para todos los gustos y a todas horas, pues las actividades empiezan desde temprano en la mañana, para los más madrugadores, y terminan, bueno, como acabas de leer, como muy pronto, al día siguiente.