Mientras los madrileños huyen a la costa en busca de sol y playa, el resto de españoles y extranjeros aprovechan para visitar sus joyas.
Arquitectura, historia, moda, gastronomía…son algunos de los reclamos tan variados que ofrece la ruta del Uno en Madrid. De sur a norte la Línea 1 del autobús muestra a los pasajeros y a los turistas que se suben en la primera parada, junto al Parque del Oeste y el Faro de Moncloa, el Palacio de Liria, al que se puede acceder, eso sí, si tienes cita que hay que solicitar al menos con dos años de antelación a tu visita a Madrid.
Al enfilar de nuevo la calle, aparece la Plaza de España, atiborrada de guiris cuando sale el sol, y a continuación el bus ya entra en la concurrida Gran Vía, atascada las 24 horas del día, y que desemboca en la pequeña Times Square madrileña, Callao.
De camino a Cibeles, vamos dejando a nuestro paso ostentosos edificios (Círculo de Bellas Artes, Edificio Metrópolis, Banco de España), enormes tiendas (Zara, H&M..) y atestados restaurantes. En este punto te puedes bajar a visitar alguno de los museos que conforman el Paseo del Arte (Prado, Reina Sofía y Thyssen) o continuar hacia la grandiosa Puerta de Alcalá y el Retiro, un oasis de ocio en el centro de Madrid, con sus fuentes, jardines, esculturas, palacios y su lago central, en el que se puede alquilar una barca de remos.
De vuelta a la ruta del Uno, el autobús se encamina al Barrio de Salamanca por la calle Velázquez. Por la ventanilla se pueden ir viendo sus glamorosos escaparates y edificios modernistas hasta llegar a la calle Ortega y Gasset, donde el alzan tiendas de delicatessen Gold Gourmet y el televisivo restaurante indio Tandoori Station. Cruzando la ajetreada calle Francisco Silvela, se pasa a la zona menos glamorosa del barrio (la zona de la Avenida América, Clara del Rey y Plaza de la Prosperidad), donde finalizada este viaje entre turistas y pasajeros por la espina dorsal de Madrid.