Australia
Nuestro siguiente objetivo era adentrarnos en el interior de Australia, en su rojo corazón, dónde se esconden grandes historias de antepasadas tribus aborígenes, así llegamos a Alice Spring, una la de las ciudades más famosas y emblemáticas del centro de Australia.
Red Centre
Ésta se encuentra en una zona desértica llamada Red centre, la cual destaca por sus inmensos y rojizos horizontes. A su alrededor se pueden realizar diferentes excursiones y explorar sus espectaculares paisajes únicos y espirituales.
Uluru
Nada más llegar al aeropuerto, alquilamos un coche para poder movernos con libertad e indagar por esas remotas tierras que tanto deseábamos conocer. Cogimos el mapa y nos fuimos aventurando por sus caminos hasta llegar a nuestro hotel. A la madrugada del día siguiente todo era nuestro afán por conocer uno de los iconos naturales más extraordinario de toda Australia, el majestuoso Uluru, también conocido como Ayers Rock.
Es una formación rocosa, Patrimonio de la Humanidad y considerado uno de los mayores monolitos del mundo, con más de 348 metros de alto, 9 kilómetros de contorno y 2,5 kilómetros bajo tierra. Se encuentra en el Parque Nacional de Uluru-Kata Tjuta. Los Anangu, que son las tribus indígenas que aún permanecen en ese territorio, creen que fue creado para proteger sus tierras sagradas.
Para poder contemplar uno de los mejores espectáculos naturales que se esconden en el interior de Australia, nos levantamos a las 4:30 de la mañana y nos fuimos directos a presenciar el cambio de colores que se crea al amanecer sobre esa inmensa montaña sagrada, todo un juego de luces que alimentan tus sentidos, deleitando a la vista con semejante maravilla.
Eso si, hay que ir bien abrigado ya que al tratarse de un desierto las temperaturas son muy extremas, en invierno, que es cuando nosotros fuimos (julio) oscilan entre los 3 °C a 20 °C, así que a primera hora de la mañana es aconsejable llevar un buen abrigo y unos guantes mientras esperas tan gratificante acontecimiento.
Una vez el sol cubrió por completo con sus rayos de luz el gran monolito, nosotros aún maravillados seguimos sin quitarle ojo a esa inmensa montaña, única reina de ese enorme desierto. Parecía increíble y asombroso, mi cabeza sólo se preguntaba cómo era posible esa formación y lo misterioso y caprichosa que llega a ser la naturaleza.
Después de filosofar y dejar volar la mente durante unos segundos, era hora de aterrizar y seguir con nuestra ruta ya que nos quedaba todo un día entero por descubrir. De camino a nuestro vehículo, nos paramos a hablar con un grupo de alemanes y nos comentaron que no podíamos perdernos el siguiente regalo que ésta majestuosa montaña tenía guardado, su atardecer en un arco iris de colores cálidos, ver como el sol se va escondiendo entre esas paredes era algo que realmente se te queda grabado en la retina, momentos que tu mente retiene de por vida. No nos cansábamos de contemplarla, la miramos de todas las maneras hasta que se nos hizo completamente de noche y nos fuimos a descansar con toda una secuencia de impactantes imágenes que dibujaban cada una de nuestras sonrisas.
Kata Tjuta
Entremedias de estas dos grandes experiencias nuestro siguiente objetivo era explorar Kata Tjuta, también conocido como ¨Las Olgas¨ un poco más altas que Uluru, es un conjunto de formaciones rocosas de gran tamaño compuesto por 36 cimas, se cree que los picos de piedra tienen alrededor de 500 años. Kata Tjuta significa ¨muchas cabezas¨ debido a sus formaciones, es una tribu aborigen y de ellas existen muchas leyendas.
Cogimos el coche y nos dejamos perder por esas carreteras desérticas y por esa arena completamente rojiza que nos hacía parar cada dos por tres para contemplar tan admirables escenarios e inmortalizarlos hasta llegar a esas impresionantes montañas.
Una vez allí se puede escoger entre varios senderos, el más fácil y corto es el de Walpa Gorge y el más largo es la caminata de siete kilómetros de Valley of the Winds. Ambos son totalmente asombrosos y recomendables, ya que puedes disfrutar del juego de colores cambiantes que te ofrece ese sitio tan espiritual.
Kings Canyon
Al día siguiente nos fuimos a descubrir parte del homogéneo desierto en coche, y no podíamos perdernos Kings Canyon, otra maravilla con imponentes paredes de arenisca, cascadas y vistas inéditas del desierto.
Se encuentra en el Parque Nacional de Watarrka, otro icono del Red centre de Australia, en ella puedes encontrar varias rutas, entre ellas Kings Creek Walk, que es la más fácil, ésta tiene dos kilómetros de recorrido que se adentra a lo largo del fondo del cañón y la Kings Canyon Rim Walk de seis kilómetros que recorre la zona más elevada del cañón, nosotros optamos por esta última ya que preferimos disfrutar un poco de sus paisajes, senderos y vistas desde lo más alto.
Hicimos la ruta entre cuatro y cinco horas ya que nos la tomamos con calma contemplando cada uno de sus rincones y paisajes, sus senderos rocosos repletos de árboles y troncos secos, las miradas escondidas entre las rocas de los reptiles que las habitaban, inmóviles en sus escondrijos y observando nuestras intenciones, hay que decir que hay más de 600 plantas y animales autóctonos muchos de ellos únicos en esa zona, toda una exhibición continua en la que nos incitaba a seguir y perdernos en ella. Una vez llegamos arriba del todo, el sendero seguía bordeando el acantilado del cañón, no podíamos sentirnos más satisfechos, nos sentamos y dedicamos unos minutos a disfrutar del silencio que reinaba en lo más alto, mientras filmábamos con la mirada los infinitos contrastes de colores rojizos de esas gigantescas paredes verticales combinados con el tupido velo verde de árboles y palmeras, nunca debería de haber terminado tan maravilloso momento…. Sólo podíamos contemplar, respirar hondo y seguir sumando momentos inolvidables.
Con las pilas cargadas por esas impactantes vistas y repletos de buena energía seguimos con nuestra ruta, todo un recorrido en el que no podías despistarte ni un segundo, pasamos por puentes, escaleras verticales y hasta por zonas de alta vegetación, toda una experiencia.
A parte de hacerlo a pie y por tu propia cuenta, te ofrecen la posibilidad de hacer tours en camello, en 4×4 o hasta incluso en helicóptero disfrutando de una preciosa vista panorámica de la zona. Si tenéis la posibilidad, hacer una ruta por vuestra cuenta por la parte alta del cañón y otra por el interior acompañados de un buen guía aborigen. De esta manera podréis vivir dos experiencias totalmente opuestas y muy enriquecedoras.
Caída la noche, era momento de observar ese inmenso universo repleto de estrellas que tanto brillaban, pidiendo deseos en cada estrella fugaz que nos iluminaba.
Así nos despedimos de esta intrépida aventura en el interior de Australia, en el desierto rojizo inspirador de paz y espiritualidad, lugar para no olvidar.