Existe un paraíso al sur de Miami, un archipiélago de islas llamado los Cayos (The Keys) que se extiende durante unos 320kms y que se puede visitar fácilmente gracias a una autopista que los atraviesa y los conecta con el continente.
Se trata de una zona preciosa, llena de rincones paradisiacos y con grandes extensiones de naturaleza en la que hacer miles de actividades, desde pesca o buceo a kayak o incluso nadar con delfines. En concreto, si os gusta el submarinismo o simplemente os atrevéis con el snorkel, no os podéis perder el arrecife de coral que se extiende a lo largo de la costa de los cayos y que es simplemente espectacular. Yo buceé en sus aguas cristalinas el pasado verano y la belleza del arrecife y de su fauna es arrebatadora.
Pero vayamos a lo que nos ocupa.
Hoy os traigo una tarta a la que dan nombre precisamente los Cayos, la Key Lime Pie, cuya denominación se debe al uso de las limas provenientes de esa zona. Estas limas, que son un poco más dulces de las que encontramos en España, dan un toque refrescante a esta sencilla tarta.
Cuando estuve allí la primera vez la comí en, al menos, cuatro sitios diferentes, y este verano repetí otras tantas. Es absolutamente deliciosa.
Desde entonces la he preparado muchas veces y es una de las recetas más exitosas de mi blog. Como veréis es muy sencilla de preparar, así que no tenéis excusa para no poneros manos en la masa hoy mismo!
KEY LIME PIE
Para la base
125g de galletas Digestive machacadas
30g de azúcar blanco
70g de mantequilla derretida
Relleno
3 yemas de huevo L o 4 yemas de huevo M
390g de leche condensada
120ml de zumo de lima
2 cucharaditas de ralladura de lima
Decoración
240ml de nata para montar (35% de grasa)
Azúcar glacé al gusto
En un bol mezclamos todos los ingredientes de la base de la tarta.
Rociamos un molde de tartaleta con spray antiadherente y extendemos nuestra mezcla bien por toda la base, subiendo por los bordes. Con la decoración se taparán, así que no importa si no quedan perfectos.
Horneamos 10 minutos a 180º hasta que se dore un poco.
Sacamos del horno y dejamos que se vaya enfriando un poco.
Mientras tanto preparamos el relleno:
En la batidora, con las varillas, batimos las yemas de huevo hasta que se aclaren y se pongan bien esponjosas. Sin dejar de batir incorporamos la leche condensada. Cuando tenemos una mezcla bien esponjosa y homogénea, añadimos el zumo de lima y la ralladura. Batimos bien.
Echamos este relleno en el molde y horneamos unos 20 minutos a 180º o hasta que veamos que se ha asentado.
Dejamos enfriar por completo y luego metemos en la nevera un par de horas (o toda la noche).
A la hora de servir, montamos la nata con el azúcar glacé y decoramos con la manga pastelera.
Hola Alma,
confieso que la repostería no es lo mío, por una parte soy de salado y por otra parte carezco de la paciencia y precisión del repostero. Pero esta tarta tiene una pinta increíble. Me guardo el enlace y quien sabe si este verano sorprendo a mis comensales con esta delicia.
Gracias por compartir la receta.
Un abrazo.