Pocos países hay tan fascinantes y llenos de contrastes como Japón. Sus avances tecnológicos, aplicados a la vida diaria, siempre han estado muy por delante de lo que disfrutaban los habitantes de los países más desarrollados.
A la vez, ceremonias, vestidos, festivales y las normas de etiqueta de su sociedad parecían momentos congelados en el tiempo desde la Edad Media.
Una Edad Media, además, de arquitectura, trajes, nombres y hechos completamente extraños para los europeos. Japón es un destino que no deja indiferente a nadie, un destino al que dedicarle una semana como triste mínimo, dos semanas como razonable compromiso, tres semanas como tiempo recomendable.
Conoce Japón antes de viajar: cultura
Como norma básica de cortesía, a un japonés no se le da la mano sino que se le saluda con una inclinación del cuerpo desde la cintura hacia arriba. A la hora de pagar es posible que veáis una bandeja junto a la caja registradora, es el sitio en el que dejar el dinero de la cuenta en lugar de entregarlo en mano.
Para comer, sopa o fideos (con palillos), es aceptable acercar el tazón a la boca para no derramar nada. Y, por cierto, los palillos nunca se clavan en la comida, si hay que dejarlos en el plato, siempre en horizontal.
¿Te invitan a una casa? Los zapatos se quedan en la puerta y te puedes mover dentro del domicilio en calcetines, o uwabaki (zapatillas).
Algunos conceptos de Japón que debes entender:
Izakaya (居酒屋). Taberna tradicional japonesa con servicio de comidas, como un bar de tapas.
Ryokan (旅館). Alojamiento tradicional japonés, equivalente a un Bed and Breakfast de los paises anglosajones o a una pensión con tintes de casa rural de alto nivel.
Onsen (温泉). Piscinas de aguas termales naturales, al aire libre, cubiertas o de interior. El ritual del baño es indispensable en la vida japonesa y los hoteles tienen sus versiones de onsen pero con agua corriente, no de manantial. Si tienes tatuajes, es posible que no puedas acceder a muchos onsen (ver el apartado “Yakuza”).
Geisha (芸者). Una mujer culta, inteligente, dotada de conocimientos musicales y de conversación que ha sido educada para ofrecer entretenimiento – no necesariamente con componente sexual – a los clientes que solicitan sus servicios.
Sumo (相撲). Deporte de contacto en el que se enfrentan dos luchadores con el objetivo de que uno de ellos caiga al suelo de la pequeña zona circular en que se combate, o se arrastrado fuera de la misma.
Samurai (侍). Nobleza militar de los tiempos medievales. Guerreros tan fieles a su clan y señor feudal que podían llegar a practicar un sacrificio ritual (切腹, Seppuku) en caso de caer en desgracia o sufrir una derrota.
Pachinko (パチンコ). Adictivo, multitudinario e incomprensible juego para los occidentales, el Pachinko es un juego recreativo con unas máquinas que recuerdan a las de pinball en posición vertical.
Yakuza (ヤクザ). Organización criminal de tipo mafioso que es mejor no nombrar en público. Dos señas de identidad de sus miembros son la falta de algún dedo (peaje a pagar para compensar un fracaso en sus actividades) y la presencia de elaborados tatuajes generalmente ocultos bajo la ropa (pero bien visibles en un onsen, lo que los convierte en adorno estético no bienvenido en ellos).
Hotel Cápsula (カプセルホテル). Desarrolladas para los empleados que no llegaban a tiempo del último tren de regreso a casa, es un tipo de alojamiento en el que la habitación es una cápsula en torno a una cama individual. Si habéis visto películas de ciencia ficción en los que la tripulación de una nave espacial viaja en estado de hibernación, doblad la altura de las mismas y os haréis una idea del tamaño.
No lo recomiendo porque al menos dos semanas es para mí el tiempo necesario, pero Japón puede recorrerse en una semana, al menos una parte, gracias al Shinkansen (新幹線),una red ferroviaria de Alta Velocidad por la que circulan los trenes de cinco compañías de transporte. Los trenes locales, accesibles de manera barata y por periodos limitados con billetes como el Seishun 18, son una alternativa más económica, como también lo son los autobuses diurnos y nocturnos.
Si estas peculiaridades de la cultura japonesa te han abierto el apetito viajero, una buena noticia para viajara Japón es que los ciudadanos con pasaporte español no necesitan visado para entrar en el país del sol naciente.
http://www.es.emb-japan.go.jp/itpr_es/00_000031.html
Descubre Tokio
Tokio es la ciudad que alberga la Residencia del Emperador de Japón, el centro administrativo del país y un conglomerado de rascacielos en los que millones de empleados de oficina, conocidos genéricamente como サラリーマン (Asalariados), representan la laboriosidad del país hasta tal punto que para muchos es casi su única vida.
Tokio no es uniforme en su inmensidad y puedes recorrer sus distritos (o barrios) en busca de cosas distintas.
Akihabara es el distrito para ver o comprar productos tecnológicos antes de que lleguen a las tiendas en Europa. Shibuya es el distrito donde encontrar el paso de cebra más complicado y multitudinario del mundo. El distrito de Asakusa es donde encontrar callejuelas estrellas, mujeres vestidas con kimono y un templo budista del siglo VII. Y si quieres ocio nocturno, incluyendo Karaoke, Roppongi es el sitio al que debes ir.
Si eres cinéfilo y fan de Bill Murray, tienes que visitar el Hotel Hyatt y subir a su planta 52. Además de una vistas espectaculares sobre la ciudad, en el New York Bar te servirán un cóctel creado en honor a la película rodada allí y con su mismo nombre, “Lost In Translation.
Si no eres cinéfilo, o no te parece conveniente que te cobren 2000 JPY (unos 15 euros) por esa bebida, la subida a los miradores (uno orientado al sur, otro al norte, alternan los días de apertura) del rascacielos principal del complejo de edificios del Gobierno Metropolitano de Tokio, son gratuitas.
Visitas recomendadas en Tokio: Templo Meiji (edificio religioso), Shinjuku Gyoen (parque urbano), Templo Senso-ji (año 645), Skytree (vistas panorámicas, de pago, desde los dos observatorios de la torre de comunicaciones sin apoyo más alta del mundo), Palacio Imperial (acceso permitido sólo al parque), Tsukiji (el mayor mercado de pescado del mundo), Templo Yasukuni (conmemora a las víctimas de guerra y contiene un museo de historia militar), Torre de Tokio (la Torre Eiffel de Japón), Tokio Disneyland (si te gustan los parques temáticos).
Descubre Kyoto
Capital de Japón durante casi 19 siglos, hasta que en 1869 el centro político y administrativo del país se mudó a Tokio, esta ciudad sufrió relativamente menos daños durante los bombardeos de la II Guerra Mundial y su antiguo Palacio Imperial y sus viejas 町屋/町家 (Machiya, tradicionales casas de madera) están muy bien conservadas.
Nunca calcules al minuto el tiempo que necesitas para ver el templo de Kiyomizu-dera. Además de porque las vistas desde su plataforma de madera hacia los bosques y Kyoto merecen no apurar el reloj, la bajada desde lo alto de la colina se hace atravesando el pintoresco barrio de Higashiyama y sus pequeñas casitas y negocios tradicionales.
Kyoto alberga el barrio de Japón donde más probable es encontrarse con una geisha caminando despacio, obligados sus pasos cortos por el kimono y por su educación. Las turistas pueden sentirse como ellas durante unas horas si lo desean, pues existe la posibilidad de contratar una sesión de maquillaje, vestuario y fotografía para inmortalizar la transformación.
Visitas recomendadas en Kyoto: Kinkaku-ji (Pabellón Dorado), Nijo (castillo del shogun Ieyasu), Fushimi Inari-Taisha (templo del siglo 8 con centenares de puertas tradicionales en la montaña), Kiyomizu-dera (templo con preciosas vistas panorámicas), Pontocho (callejón dedicado a los negocios de comida para todos los presupuestos), To-ji )templo con una pagoda de cinco plantas), Museo Internacional de Manga de Kyoto (cientos de miles de ejemplares de cómics y artefactos repartidos en las tres plantas y sótano de un antiguo colegio), Iwatayama Monkey Park, Kyoto Tower, Sanjusangen-do) templo budista con 10001 estatuas), Arashiyama (bosque de bambú).
Osaka
La ciudad de Osaka representa, desde hace siglos, la potencia económica e industrial de Japón y su adaptación a los vaivenes de los tiempos. Pero no vayas a Osaka pensando que es un bosque de chimeneas y fábricas porque no es esa la impresión que te llevarás al llegar.
Me niego a decir que Osaka es la Venecia de Japón por sus numerosos canales, pero aunque no haga la manida comparación, la evidencia es abrumadora: 800 puentes salvan los muchos kilómetros de cursos de agua urbanos.
Visitas recomendadas en Osaka: Umeda Sky Building (梅田スカイビル, dos rascacielos de 40 pisos de altura unidos en sus dos últimas plantas por un jardín-observatorio con vistas de 360 grados), Castillo de Osaka (大阪城, más que un castillo antiguo es un museo con forma de castillo, reconstruido a tal efecto, en una tranquila zona verde), Estudios Universal (si viajas en familia, únete a los más de 10 millones de visitantes anuales), prueba el okonomiyaki (お好み焼き, ojo al aviso que hago en la sección de Hiroshima, aquí hay que aplicarlo a la inversa), el neon del Hombre Glico (en el fluvial distrito Dōtombori [道頓堀], una imagen de un atleta cruzando la línea de meta, símbolo de una empresa de dulces y por extensión, e historia, de Osaka), Templo Sumiyoshi (住吉大社, un remanso de tranquilidad en torno a un templo que tiene más de 1800 años de antigüedad).
Hiroshima
Hay ciudades cuyo nombre se asocia a un acontecimiento histórico, en el caso de Hiroshima es tener el triste privilegio de introducir al mundo las consecuencias de un bombardeo atómico.
Pero desde el 6 de agosto de 1945 han pasado décadas de reconstrucción y renacimiento urbano que han borrado casi todas las huellas de la tragedia.
Y digo “casi” porque lo que permanece en pie de lo hace de manera intencionada, como monumento que recuerda lo ocurrido para que nunca se repita.
Usa el tranvía para desplazarte por la ciudad. Habida cuenta de que muchos de los vehículos proceden de otras urbes japonesas y son de distintas épocas, estarás recorriendo Hiroshima en auténticas piezas de museo.
Visitas recomendadas en Hiroshima: Parque Memorial de la Paz (平和公園, conjunto de parque, monumentos y museos dedicados a la Hiroshima que sufrió el primer bombardeo atómico, incluyendo los restos del icónico edificio sobre el que estalló la bomba), Castillo de Hiroshima (aunque fue destruido por la explosión nuclear, esta reconstrucción es una visita válida si no te has cansado de ver castillos en Japón), Museo Mazda (la sede de este fabricante de vehículos se encuentra cerca de Hiroshima), alguno del centenar de establecimientos que sirven okonomiyaki (お好み焼き, la versión de Hiroshima de este plato ¡cuidado con compararlo con el de Osaka!), Mijayima (pequeña e intencionadamente semi-salvaje isla frente a Hiroshima, alberga uno de los Tori – altar – más famosos de Japón por ser “flotante”).
Tres castillos imprescindibles en Japón
Si sólo puedes ver tres castillos en un viaje a Japón, que sea uno de estos tres: Himeji, Matsumoto, Kumamoto.
Castillo de Himeji (姫路城). Situado en Himeji, a poco menos de una hora en tren de Osaka, hasta hace dos años este precioso castillo estaba envuelto en andamios para ser restaurado en todo su esplendor. Si, yo me lo perdí sin ellos (como cualquiera que vaya a Santiago de Compostela y se encuentre a la Catedral bajo las lonas y andamios) pero si el interior del mayor castillo de Japón merecía entonces la pena, no me quiero ni imaginar ahora que terminaron las obras.
Castillo de Matsumoto (松本城). Entre Tokio y el montañoso Nagano, este castillo está curiosamente situado en una planicie, careciendo de la ventaja añadida que supone la altura, de haberse edificado en un punto más elevado. Lo compensa con defensas que incluyen muros inter-conectados y fosos. Si te acercas a la zona de Nagano a ver este castillo, intenta estirar un poco más el viaje para llegar hasta el famoso Parque de Monos Jigokudani (地獄谷野猿公苑) donde los macacos disfrutan del onsen como cualquier japonés.
Castillo de Kumamoto Castle (熊本城). El menos accesible de los tres, se encuentra situado en la isla de Kyushu, al sur del territorio japonés.
Una entrada de José Ramón Pérez para Viajes Carrefour.
Excelente !!