El Día de los Muertos es una de las tradiciones mexicanas más interesantes y curiosas. Al menos desde el punto de vista europeo, en el que la muerte sigue siendo tabú.
El origen
Para buscar el origen del Día de los Muertos, hemos de adentrarnos en la cultura indígena prehispánica. El culto a la muerte fue adoptado y transformado durante la conquista, tamizándose bajo la fe cristiana, hasta convertirla en un referente del catolicismo hispano.
Las civilizaciones prehispánicas enterraban a sus muertos con el petate, que incluía alimentos para el camino hasta el más allá. Se celebraba, además, una fiesta por parte de los vivos para guiarlo en su tránsito.
El Día de la Muerte se celebraba en el noveno mes del calendario solar azteca y, durante un mes completo, se vivía, especialmente, la muerte por parte de los niños. Las fiestas estaban presididas por el dios Mictecacihuatl, conocido como la Dama de la Muerte.
El Día de los Muertos, en la actualidad
Actualmente, el Día de los Muertos se celebra el 2 de noviembre, coincidiendo con el Día de los Difuntos del calendario litúrgico católico. Los mexicanos acuden a los cementerios portando las comidas preferidas de sus difuntos y celebran junto a ellos el paso a la otra vida.
Cada Estado tiene sus propias peculiaridades, pero esta fiesta, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO, mantiene rasgos comunes: representaciones de la muerte y La Catrina y altares dedicados a la muerte, con muchas flores y comidas propias. Y, sobre todo, las celebraciones en los cementerios con fiestas y altares sobre las tumbas de los familiares. Es frecuente encontrarse con mariachis en los panteones familiares.
La Catrina
La figura más representativa es La Catrina, la Dama de la Muerte, que hoy en día es el centro de muchas celebraciones y tiene su origen en los dibujos caricaturescos de José Guadalupe Posada. En el siglo XIX pretendió criticar la sociedad mexicana representándola con esqueletos vestidos. Llamada La Calavera Garbancera, hasta que Diego Rivera, esposo de Frida Kalo, la rebautizó como La Catrina. La literatura y los círculos artísticos mexicanos terminaron convirtiéndola en símbolo de la cultura del país.
El Día de los Muertos en México
Si estás pensando en buscar vuelos a México para vivir la celebración del Día de los Muertos, te resultará útil conocer cómo se celebra la festividad en cada Estado. Así podrás elegir tus hoteles en México, según tus gustos e intereses sobre la fiesta.
México celebra a sus muertos con alegría y humor, uniendo sus tradiciones ancestrales a tendencias más modernas, como la celebración de Halloween. Pero, por si quieres conocer el verdadero Día de los Muertos, te ofrecemos algunos de los lugares más típicos de México para vivirlo.
Pátzcuaro
En el Estado de Michoacán se mantiene viva la tradición de los purépechas, que habitan junto al lago de Pátzcuaro y a la isla de Janitzio. Los adornos más impresionantes los encontraremos en la capilla de la Natividad e iglesia de San Pedro.
Las calles se llenan de altares con ofrendas, puestos de bebidas y comidas y escenarios donde se representa la danza de los viejitos. Pero, si quieres vivir una experiencia única, deberías visitar el Pueblo Mágico. Aquí, se recubre la basílica con ofrendas y piezas referentes a la muerte.
Entre los rituales más destacados, destacamos la procesión de pescadores por el lago Pátzcuaro, que navegan hasta la isla de Janitzio, realizando sus rituales durante la travesía.
Huaquechula
Situado a menos de 50 kilómetros de Puebla, Huaquechula celebra el Día de los Muertos en las fechas 1 y 2 de noviembre. Durante esos días la ciudad se llena de altares, en los que predomina el color blanco y que se construyen aunando tradición prehispánica y católica. Sobre todos ellos, destacan los dedicados a los que murieron pocos meses antes de la celebración y que reciben el nombre de «cabo de año». Se trata de pirámides de hasta cuatro niveles y que se colocan en las entradas de las viviendas. Los niveles representan la tierra, el cielo y la cúspide celestial y suelen estar coronadas por una cruz. A través de espejos colocados en las columnas que soportan los niveles, se pueden ver los alfeñiques de azúcar, los lloroncitos, el pan de muerto y las hojaldras pringadas de ajonjolí tostado.
El día 1, a las 12 de la mañana, se celebra la procesión de los muertos, que se realiza entre el tañer de las campanas. Por la noche, el pueblo se llena de luz, con los altares interiores de las casas encendidos. Además, los familiares de los difuntos del año ofrecen chocolate y dulces a los visitantes.
Huasteca Potosina
Situada en San Luis de Potosí, sobresale por la participación en la fiesta de los teenek y los nahuas. En esta zona el Día de los Muertos recibe el nombre de Xantolo. Destaca la danza de la Malinche y los altares realizados en el cementerio.
Es una de las zonas más tradicionales y la festividad se celebra en diversos pueblos, conociéndose como la ruta de Xantolo, de la que forman parte 15 comunidades. En cada una de ella se realizan exposiciones, se levantan altares y se llevan a cabo bailes tradicionales.
México DF
En la capital del país también se celebra el Día de los Muertos, aunque algunas tradiciones se han modernizado. Ejemplo claro es la CatrinaFest, en la que puedes ver algunos de los mejores disfraces de La Catrina. Durante varios días se realizan exposiciones, procesiones y festivales, que giran sobre la temática de la muerte.
El lugar más destacado para vivir la festividad en México DF es el Barrio Mágico de Mixquic, en el que se sitúa el Panteón de San Andrés, donde puedes ver multitud de altares y probar la comida tradicional en los puestos callejeros.
Para los más pequeños, México DF también ofrece la posibilidad de visitar el Parque Ecológico Xochitla, en el que se realizan obras de teatro para niños, exposiciones de disfraces, festivales y teatros para mantener vivo el culto a la muerte y las tradiciones mexicanas.
En definitiva, una muerte que se integra en la fiesta de la vida y puedes descubrir mediante Viajes Carrefour.