Te porponemos realizar tres trayectos diferentes en tren por las cumbres suizas
Tren Glaciar Express
Quien eche de menos las locomotoras antiguas no debe dejar pasar la oportunidad de trasladarse a los Alpes Suizos y subirse al tren Glaciar Express, que desde hace 76 años une Zermatt y Saint Moritz, dos de las estaciones de esquí más impresionantes del mundo. El tren inicia el recorrido en el imponente Monte Matterhorn, a unos 4.400 metros de altura, donde se emplaza la pequeña localidad de Zermatt, con sus casitas de madera. Pasa por el nacimiento del Rin y va desciendo con dirección a la ciudad de Chur, que tiene más de 2000 años de historia documentada. La última parada de la línea es Saint Moritz, un pueblecito que se ha llenado de tiendas de lujo y discotecas.
Tren a Jungfrau
Paisajes únicos y asombrosos son también los que brinda el tren a la estación del Jungfraujoch, a 3.500 metros de altura. El camino, en un primer momento, discurre por parajes frondosos que poco a poco se van transformando en prados alpinos, para finalmente aparecer en el collado en el que se alzan los picos Jungfrau y Eiger, junto al glaciar Aletsch. Este trayecto normalmente se realiza en siete horas.
Tren Golden Pass
Otro de los viajes enigmáticos de los Alpes suizos es el que sigue el tren Golden Pass, que une Montreux y Zurich. Este trayecto de poco más de 200 kilómetros, que se realiza en varios días, parte del lago Leman, flanqueado por viñedos que crecen en las colinas, sube por cumbres empinadas hasta Interlaken, localidad que se alza entre los lagos Thun y Brienz, y desciende por la Suiza Central. Por el camino va dejando, localidades como Interlaken, abrazada por los valles de Lauterbrunnen y Grindelwald, y Lucerna, a 54 kilómetros de Zurich, que disfruta de atractivos de los siglos XIII y XIV. Se puede elegir para hacer este apasionante viaje el tren Classic, inspirado en los vagones del principios del siglo pasado, o, el tren Panorámico, con enormes ventanales, que ofrecen bellas estampas.