Valencia es sol, mar, modernidad, tradición, sencillez y señorío, calma y algarabía… Valencia es una ciudad ecléctica, donde el contraste absoluto se presenta en cada rincón de la ciudad. Y es que no es para menos, puesto que la ciudad tiene una rica historia que se manifiesta sobre todo en su centro.
Esta ciudad, a orillas del Mediterráneo, se convierte en la escapada perfecta para un fin de semana o un puente, puesto que está muy bien conectada, hay vuelos a Valencia desde las principales ciudades y está conectada por alta velocidad con Madrid y Sevilla.
Pasear por Valencia es especialmente agradable en primavera. Los naranjos en flor perfuman la ciudad con un característico aroma a azahar. También es obligada la visita en esta estación a los jardines de Viveros y al Jardín Botánico, espacios donde te embriagarás con los olores de los árboles en flor.
El olor a azahar en primavera y de jazmín en verano se extiende gracias a la brisa que recorre toda Valencia. Y es que en Valencia el sol no quema, por más intenso que sea el astro rey, la brisa valenciana mitiga la sensación de calor para que puedas disfrutar de un clima inmejorable.
Disfruta de la ciudad de la luz
Un viaje a Valencia se convierte en la mejor opción en cualquier época del año, porque la capital del Turia disfruta de buen clima durante prácticamente todo el año. El sol en Valencia no se esconde, por eso también es conocida como la ciudad de la luz.
Una luz muy especial que reflejó una y otra vez en sus obras el pintor valenciano más internacional, Joaquín Sorolla. Este pintor también da nombre a la estación de alta velocidad de la ciudad, que ha aliviado a la modernista Estación del Norte, al despejarla de una buena cantidad de viajeros y convoyes.
La estación del Norte, de estilo modernista, es una visita absolutamente imprescindible. Cuando todos los trenes paraban allí los viajeros quedaban asombrados nada más llegar a la ciudad. Su decoración a base de teselas de azulejo dando forma a motivos y escenas típicamente valencianos es de una delicadeza y belleza inigualables.
Otro de los edificios modernistas más visitados de Valencia es el Mercado de Colón, situado en el barrio del Ensanche, es el espacio con más oferta gastronómica de toda la ciudad. Hay espacios para cada momento del día: desayunos, almuerzos, comidas, afterworks…
Valencia: casco histórico
El triángulo que conforman la Plaza de la Virgen, el Miguelete y la Plaza de la Reina es también uno de los espacios más visitados por los turistas y no es para menos, pues son reflejo de la historia viva de la ciudad.
En la Plaza de la Virgen podréis ver la Basílica de la Virgen de los Desamparados y la célebre fuente de Silvestre de Edeta. Además, si la visitas un jueves por la mañana podrás presenciar una de las sesiones del Tribunal de las Aguas de la Vega de Valencia, que desde hace siglos se reúne para dirimir los conflictos derivados del uso del agua de las acequias que se amparan bajo su jurisdicción.
Siguiendo por la calle del Miguelete, que comunica la Plaza de la Virgen con la Plaza de la Reina, encontrarás el campanario del Miguelete. Si subes los 207 escalones ubicados en la escalera de caracol, llegarás a lo más alto de esta torre de 50 metros, desde donde tendrás una de las mejores vistas del casco histórico.
En todo viaje a Valencia debes reservar una mañana para dedicar a la zona del Mercado Central y la Lonja de la Seda, visitar las Torres de Quart y las Torres de Serranos.
Si empiezas el día visitando estas dos torres, que actuaban como puertas de entrada de la amurallada ciudad, podrás visitar la Lonja de la Seda, obra de referencia del gótico valenciano. Después de dejarte envolver por la sinuosidad de las columnas de esta antigua bolsa, camina unos pocos metros y encontrarás el Mercado Central.
El Mercado Central de Valencia es el mercado más grande de Europa de productos frescos y eso se nota. Nada más subir las escaleras que se alzan ante la entrada principal te encontrarás con un mercado, donde los productos están colocados formando un divertido lienzo con vida.
No dejes pasar la oportunidad de tomar a media mañana el popular almuerzo valenciano, que cada vez está más de moda: bocadillo, olivas, altramuces y cacaos y una copa de vino. En el propio mercado encontrarás un bar especializado en almuerzos que pertenece a un chef con estrellas Michelin.
La Valencia más moderna y mediterránea
Sin lugar a dudas, si se piensa en Valencia en términos de modernidad es inevitable pensar en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, un complejo compuesto de siete edificios que diseñó el internacionalmente reconocido arquitecto Santiago Calatrava.
Recorre con un paseo l’Hemisfèric, el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, l’Oceanogràfic, el Ágora, l’Umbracle, l’Assut d’Or y el Palacio de las Artes Reina Sofía y sentirás que estás visitando una ciudad del futuro.
El día que visites el complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias aprovecha para ir a la playa de la Malvarosa y comer en una de las arrocerías que están en primera línea de playa. Si empiezas la comida con un buen aperitivo que tenga las clóchinas valencianas como protagonistas y cierras con un tradicional arroz como la paella valenciana, tendrás un día completo. No descartes tampoco una visita después de comer al barrio del Cabañal.
Si dispones de tiempo es más que recomendable desplazarse a la Albufera para ver el atardecer que, sin duda, será uno de los más espectaculares que veas en tu vida. Los colores del sol al esconderse en este paraje de arrozales cobran una intensidad indescriptible.
Si vas a viajar a Valencia no puedes dejar de probar la bebida más típica de esta tierra, la horchata, que se convierte en la perfecta merienda en primavera y verano si va acompañada de fartons.
Por todo esto, una escapada a Valencia te enamorará.