¿Se te ocurre alguna forma divertida de pasar tus vacaciones?
Entre diez y doce jornadas se pueden ir en realizar un viaje por senderos con poco tráfico, eso sí, muy bien señalizados, del Loira. Nacido en el macizo montañoso de Cevenas, al sureste de Francia, el último río salvaje de Francia, el Loira, de 1.006 kilómetros de longitud, parece un río sumamente tranquilo, que fluye por la llana y verde campiña francesa, tierra de castillos, de las flores y, sobre todo, de artistas.
Pero no es de lo único que puede presumir esta hermosa región francesa, por la que se desprenden los olores del pan recién hecho, de las láminas de foie aderezadas con vinagre de Orleáns o de las tostas de queso de cabra. Sus cálidos amaneceres envuelven a sus castillos renacentistas en un halo de misterio inaudito, que unido a sus historias y episodios vividos en ellos por la antigua monarquía francesa los han convertido en el auténtico tesoro del jardín de Francia. Prueba de ello es el majestuoso castillo de Chambord, una fortaleza del siglo XVI, erigida con seis torres, 440 habitaciones y 84 escaleras, una de ellas diseñada en forma de hélice por Leonardo da Vinci. Pero también de una grandeza sin igual son el castillo de Chenonceaux o la zona vinícola de Saumur.
Lugares: Orleans, Blois, Chambord, Fontevraud, Turquant, Montsoreau, Saumur, Gennes, Le Thoureil, Angers y Nantes.
Exigencia: Media
Temperatura: Entre 22ºC y 11ºC