En Europa hay lugares donde la mano humana ha moldeado el paisaje para construir auténticas maravillas. Una de ellas es la capital de la República Checa: Praga. Está considerada una de las ciudades más bellas del mundo y cuenta con todo tipo de motivos para ello. Elevada alrededor del río Moldava, tienen un casco histórico Patrimonio de la Humanidad desde 1992 y hasta él se desplazan miles de turistas procedentes de los puntos más diversos del planeta. Contratar vuelos a Praga siempre será una gran opción durante cualquier época del año, pues en verano es una ciudad bulliciosa y abierta y en invierno sus brumas, su frío y sus ventiscas le dan un carácter aún más gótico y auténtico.
Viaje a Praga, una ciudad con cientos de secretos para descubrir
Desde tu hotel en Praga podrás ir maravillándote con toda su riqueza cultural y arquitectónica. De este modo, destacan lugares como el «callejón de oro». En él vivió el autor de «la metamorfosis» Franz Kafka, en el número 22, así como gran cantidad de alquimistas y gente relacionada con la magia. Hoy es un lugar ideal para comprar algún recuerdo típico o alguna artesanía. Por otra parte, desde 2005 se puede visitar también un curioso museo dedicado a Kafka. Este se encuentra en la calle Cihelná 2b – Malá Strana, cerca del famoso puente Carlos, el cual se levanta sobre el río Moldava y se caracteriza por sus formidables esculturas. Pasear por él y apreciar la ciudad es todo un placer.
Un reloj con espectáculo cada hora
Si hay un elemento que caracteriza a Praga este es el reloj astronómico. Está instalado en el Ayuntamiento de la Ciudad Vieja y entre sus principales atractivos está el espectáculo que tiene lugar cada hora y que congrega a gran cantidad de gente. En él varias figuras representan a la muerte, la vanidad, la avaricia y la invasión pagana. Además, cuenta la leyenda que al creador se lo dejó ciego para que no pudiera volver a hacer otro igual.
El impresionante Castillo de Praga
Esta ciudad no sería lo mismo sin su imponente castillo. Se creó en el siglo IX y está situado en uno de los lugares más elevados de la ciudad, por lo que su visita, además de ser interesante por apreciar sus riquezas, es una forma ideal de lograr las mejores panorámicas de Praga. En su interior destacan construcciones de gran valor como la Catedral de San Vito, la iglesia de El Loreto, una de las más bellas de Europa, así como la basílica de San Jorge o diversos monasterios. Hasta allí puedes llegar a pie por la ciudad vieja, o también en los tranvías 22 y 23. Se puede acceder de forma gratuita, aunque también hay visitas guiadas y audio guías.
Cementerios judíos que recuerdan el genocidio nazi
Praga fue una ciudad donde los nazis se cebaron especialmente con la población judía. Los ghetos, los asesinatos y las deportaciones fueron constantes en los años 30 y durante la II Guerra Mundial. Hoy, el barrio judío, escenario de gran parte de estas atrocidades, es un lugar frecuente de visita y allí hay gran cantidad de cementerios y de sinagogas que recuerdan la tragedia. La historia hay que conocerla para no repetirla y aquí está siempre bien presente.
El antiguo cementerio judío también impresiona con sus más de 12.000 lápidas amontonadas unas sobre otras. Esto es así porque durante muchos años era el único lugar permitido para enterrarles y la falta de espacio obligó a esta solución. Fue fundado a finales del siglo XIV y la lápida más antigua data de 1439. Es un lugar que tiene una belleza extraña y cautivadora, así como un cierto encanto puramente romántico y lúgubre.
Una biblioteca donde mirar hacia arriba
Normalmente, cuando visitamos una biblioteca nos centramos en sus estanterías, en su mobiliario o en ver cómo la gente estudia o lee. No obstante, en la Biblioteca del monasterio de Strahov gran parte del atractivo reside en mirar hacia arriba. Sí, porque sus formidables techos decorados poco tienen que envidiar a la mismísima Capilla Sixtina. Además, sus salas barrocas Teológica y Filosófica atesoran más de 200.000 volúmenes de todas las épocas y temáticas imaginables. Es, sin duda, otro gran motivo para reservar un viaje a Praga.
Un teatro de mimo muy particular
Otro tesoro de Praga es el teatro de la luz negra o «Black Light Teatre Image». En él se representan obras a medio camino entre los títeres y la mímica, con trajes fluorescentes y luces ultravioletas. Al ser algo gestual, es ideal para todo tipo de turistas, aunque no entiendan nada del idioma local.
¿La calle más estrecha del mundo?
Algunos dicen que la calle U Luzického Semináre es la más estrecha del mundo. Lo sea o no, la verdad es que pasar por ella en fila india, pues solo eso es posible, resulta impresionante. Además, cuenta con un semáforo para peatones y todo para que no se queden atascados los que suben con los que bajan.
Refugio subterráneo Folimanka
Otro elemento que recuerda los horrores de las guerras es este impactante refugio Folimanka. Es el mayor de la ciudad, pues cuenta con 1.332 m2. Cuando estaba en funcionamiento incluía motores para garantizar la calefacción, la ventilación y la iluminación. Así como un pozo, lavabos y hasta una enfermería. Se abrió al público en 2014 y es otra visita recomendable en Praga.
Monte Petrín y su torre de observación
Un lugar ideal para divisar la ciudad y sus alrededores es el monte Petrin. Además, en él hay instalada una peculiar torre de observación, que es una copia de la torre Eiffel, de hecho, se inauguró para la exposición de 1891 y está a la misma altura sobre el nivel del mar que la de París. En el mismo monte destaca la ortodoxa iglesia del Arcángel Miguel en Petřín, que fue trasladada piedra a piedra desde Ucrania y que forma parte del Museo Etnológico Nacional.
Plazas y calles para perderse
Conseguir vuelos a Praga con Viajes Carrefour también es para apreciar la belleza y singularidad de sus calles empedradas, sus cuidadas fachadas y sus bulliciosas plazas como la de Wenceslao Square o la Plaza de la Ciudad Vieja. No dejes de caminar por sus callejuelas y de sorprenderte.

