Más allá de los típicos recuerdos y souvenirs, en las tiendas de algunas pinacotecas se pueden encontrar verdaderas obras de arte.
Más de seis millones de personas visitaron el Museo Metropolitano de Nueva York (Met) en 2015. Gran parte terminó la visita en la tienda del museo. Si el presupuesto no alcanza para comprar una obra de Monet, siempre puedes hacerte con una reproducción. Las pinacotecas más importantes del mundo están potenciando este recurso y algunas apuestan por una oferta que va mucho más allá de postales y tazas con su logo. Es una manera de potenciar la imagen de marca, pero también de dar una oportunidad a creadores emergentes que buscan su hueco en el mundo del diseño. En esta selección están las de algunos de los museos con mayor número de visitas y otras que destacan por su originalidad.
Comencemos el recorrido por la tienda del Met. Ubicada en el vestíbulo principal, vende publicaciones producidas por el propio museo, libros y productos relacionados con la colección permanente y con las exposiciones temporales. La mayoría están disponibles en la web y en las sucursales que tienen en otros puntos de la ciudad como Rockefeller Center o el aeropuerto JFK.
También en Nueva York, MoMA Design Store es dirección clave para los amantes del arte contemporáneo, aunque lo más curioso de la tienda del Museo de Arte Moderno de Nueva York son sus inventos y sus productos de diseño con un toque original. Entre los más vendidos de su tienda online está un bolígrafo que pinta en 3D para hacer pequeñas esculturas, un altavoz con pantalla LED que se mueve al ritmo de la música, un libro que en realidad es un lámpara o un paraguas con una tela que simula un cielo azul. Su catálogo de libros goza de buena fama.
Además de los museos, las galerías especializadas en diseño y arte moderno suelen ser las que más espacio dedican a sus tiendas. Es el caso del Instituto de Arte Contemporáneo de Boston (ICA), que fomenta la provocación a partir del arte contemporáneo, tanto desde el acceso del público a las artes como desde el proceso creativo. Su tienda, abierta hace unos diez años, puede definirse como ecléctica. Comisariada por el propio Instituto, cuenta con objetos de lo más curiosos para todas las edades, aunque su público objetivo se asemeja al perfil del universitario ‘cool’, estudiante de arte. Decoración, curiosidades varias y una sección de libros que merece visita propia.
Continuando el viaje hacia el Viejo Continente, las tiendas de las galerías Tate de Reino Unido tienen gran prestigio y contribuyen a la financiación de estos museos. En la Tate Modern de Londres, por ejemplo, disponen de excelentes libros ilustrados de gran formato y mucho material de dibujo y Bellas Artes. Su repertorio de revistas especializadas es envidiable. Estas galerías cuentan con productos diseñados en exclusiva por artistas de renombre. De hecho, esta es una fórmula de éxito en grandes museos que confían en nuevos diseñadores para que reinterpreten las obras principales de su colección. Por su parte, el Museo Británico de Londres vende la oferta habitual, pero inspirada en su colección: reproducciones de obras, bisutería, budas birmanos, jarrones egipcios y cálices de plata. Para niños tienen una interesante selección de libros, juguetes y disfraces.
Las últimas en llegar
La Galería Nacional de Singapur se asoció con el colectivo ‘&Co’ a finales de año para abrir un nuevo espacio de venta junto al museo. Lo han llamado Gallery&Co, y además de los típicos souvenirs, comercializan recuerdos más originales como sombrillas, jabones… La mayoría inspiradas en piezas de obras expuestas en la galería. También relojes de mármol, accesorios, ropa, etc. Junto a la nueva tienda hay una cafetería, Plain Vanilla, con una gran selección de panes y bollería.
Hata finales de 2015, el museo Nacional Picasso de París contaba con una tienda habitual. Es decir, material de papelería, libros del artista malagueño o de las exposiciones temporales, postales… Pero acaba de inaugurar una nueva boutique, bautizada como ‘concept-store’. Un gran espacio estructurado en tres salas cuya distribución va cambiando constantemente gracias a la actualización del stock. Venden piezas de arte exclusivas, algunas firmadas por jóvenes diseñadores, y joyería de artesanos parisinos. También tienen piezas de decoración: cuencos, tazas y paños de cocina y almohadas bordadas con imágenes del pintor. En la sección infantil hay libros, chocolates y móviles de papel hechos a mano.
Versión española
Una de las más potentes del país es la del Guggenheim de Bilbao. De grandes dimensiones, es todo un reclamo para los amantes del arte contemporáneo. Tiene una cuidada selección del productos. Entre ellos, figuras y reproducciones de dos de sus imágenes más icónicas: ‘Puppy’ de Jeff Koons y ‘Mamá’, la araña de nueve metros de la escultora Louise Bourgeois. Además, joyería, porcelana y estupendos libros de fotografía, así como tazas con el nombre del museo, camisetas, paraguas… Tiene una entrada independiente, por lo que se puede visitar sin pasar por al museo. En Madrid destaca la del Museo Centro de Arte Reina Sofía, que en su ampliación incluyó una librería especializada en humanidades (La Central) con más de 65.000 títulos.