… continuo con el relato del viaje a Cuba.
Playa Larga, Cuba
Nuestro siguiente destino era playa larga, a dos horas de la Habana, y sin pensárnoslo fuimos en busca de un coche colectivo de época que tanto nos llamaban la atención, la verdad es que no eran demasiado cómodos, pero para dos horas aún se podía aguantar bien, las carreteras están bastante decentes, de vez en cuando se te cruzaba alguna gallina por medio de la carretera pero ahí estaba la gracia, la verdad es que se nos hizo un viaje muy ameno, no paramos de hablar con el conductor el cual contestaba todas nuestras preguntas y curiosidades que nos iban surgiendo sobre la marcha y con esas vistas que nos iba regalando la naturaleza.
Cuando llegamos a nuestro destino ya empezó a oscurecer y como siempre íbamos sin hospedaje, el conductor nos recomendó una casa para pasar la noche, entre ellos se conocen todo y saben dónde llevarte, son muy hospitalarios y se preocupan mucho por los turistas.
Cuando amaneció, nos prepararon un buen desayuno de tostas con tortilla y alguna pieza de fruta, el mango es la fruta por excelencia en Cuba, nos marcamos unos buenos desayunos de esa exquisita fruta. Cogimos fuerzas y nos fuimos a dar una vuelta por la zona y a acabar de pasar el día por la playa, nuestra intención era quedarnos dos noches allí pero no nos acabó de gustar del todo así que decidimos ir avanzando y dedicar ese día en otro lugar que nos llamara más la atención, así que maletas y de camino a Cienfuegos que era nuestro siguiente destino en el mapa.
Cienfuegos, Cuba
Cienfuegos es la segunda ciudad más importante de Cuba, su centro histórico fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, dedicamos el día a visitar todos sus monumentos y lugares de interés como el Jardín Botánico, el parque José Martí, en el centro de la ciudad, dónde se encuentra el Ayuntamiento, la iglesia y el teatro Terry, todo un recorrido por la ciudad vieja considerada como la auténtica joya arquitectónica del S.XIX.
Hicimos noche en esa bonita ciudad y al día siguiente hicimos rumbo hacía una de las ciudades con más encanto de Cuba, a mi gusto, esa era Trinidad.
Trinidad, Cuba
Nada más llegar, sus anchas, empedradas e históricas calles me llamaron la atención, pero lo que me dejó más maravillada fueron esos diferentes tonos de color pastel que vestían las fachadas de sus casas, solo hacía que observar con mucha atención cada paso que daba, Trinidad es la ciudad colonial mejor conservada de toda Cuba y proclamada Patrimonio Mundial de la Humanidad. En ella se puede visitar una gran cantidad de museos como el Museo de Historia, el Museo Románico, el Museo de Arquitectura Colonial… pero no solo tiene eso, tiene algo mágico que te enamora, que te atrae a querer saber más de ella y vivirla, empezamos a caminar en busca de una habitación para pasar varias noches, tras mirar un par de ellas, al final optamos por coger una muy céntrica, dejamos las maletas, conversamos un poco con los propietarios de la casa y nos fuimos directos a callejear sin rumbo fijo ni saber por dónde íbamos, sólo queríamos indagar y empaparnos un poco de su belleza.

Cuando empezó a anochecer y después de haber caminado varias horas por la ciudad, fuimos a cenar al restaurante San José, muy conocido allí, con un ambiente muy acogedor, del que salimos encantados, eso si, tuvimos que esperar una larga cola ya que íbamos sin reserva y por lo visto, estaba muy solicitado por los turistas.

Continuamos nuestro paseo hasta que sin darnos cuenta llegamos a la Plaza Mayor guiados por el sonido de la música que oíamos desde lejos, cuando llegamos allí nos llevamos una gran sorpresa, unas escaleras repletas de gente tomando unos mojitos acompañados de actuaciones de grupos de música tradicional cubana y algún que otro turista animándose a bailar.
La Plaza Mayor es el centro de Trinidad donde se concentran los edificios más llamativos y el mejor ambiente, a su alrededor podemos encontrar la Iglesia Mayor de la Santísima Trinidad y la Torre del Campanario del Convento de San Francisco, en él se encuentra el Museo de la Lucha contra Bandidos y además se puede subir a las terrazas donde se puede divisar casi toda la ciudad.

Como curiosidad, si buscáis wifi por la zona la encontrareis en el Parque Central Céspedes, un punto de encuentro para los jóvenes cubanos donde se relacionan y pasan su mayor tiempo.
Cayo Largo, uno de los paraísos cubanos.
Pasados unos días por la preciosa Trinidad, nuestro destino era dirección al paraíso ¿ y cuál de ellos? porque Cuba, aunque no lo parezca, tiene unas playas preciosas y unos cayos impresionantes de arena blanca y aguas turquesas, todos los cayos que podemos encontrar están conectados, es decir, podemos acceder a ellos a través de coche, excepto el cayo más conocido donde si tenéis la oportunidad no lo dejéis pasar, que es Cayo Largo, a este solo se puede acceder mediante barco o avión, es un cayo tan pequeño y tan demandado que si no se coge a tiempo es imposible poder visitarlo como nos pasó a nosotros, que no encontramos vuelos ya que estaba todo ocupado. Elegimos como alternativa Cayo Guillermo, para ello hicimos ruta por Sancti Spiritu, allí paramos un par de horitas para poder pasear un poco por sus calles, por su conocido puente del Río Yayabo, símbolo de la ciudad y visitar la iglesia Parroquial Mayor, nos habían hablado que era la iglesia más antigua de toda Cuba y la más visitada con sus 40 metros de altura y sus 103 escalones, no podíamos pasar por allí y no dedicarle su tiempo, acabada la visita turística nos dirigimos hacía Morón que era la puerta que nos daba acceso a Cayo Guillermo.

La distancia que hay de Morón hasta Cayo Coco que es el primer Cayo que se encuentra es de unos 70km y para llegar a Cayo Guillermo se le suman unos 40 km más, también se puede acceder a el mediante vuelos internos partiendo de la Habana, pero en nuestro caso y en el de la mayoría de los viajeros si es que no vais muy justos de tiempo, lo realmente bonito es llegar a ellos haciendo ruta y conociendo todos aquellas ciudades y pueblos que tienen su encanto especial. Una puntualización muy importante es que en los Cayos sólo encontraréis hoteles resorts ya que es un destino muy marcado para los turistas, todo son complejos en los que se recomienda tenerlos cogidos como mínimo 4 o 5 días antes ya que llegan a la ocupación con bastante facilidad, es un destino paradisíaco de los que todos esperan tener unos días relajados y disfrutar de esas preciosas playas llenas de naturaleza.
Una vez llegamos a nuestro hotel, dejamos las maletas y nos fuimos a dar una vuelta por la playa, a sentir esa arena fina entre nuestros pies y maravillarnos de su bonito paisaje, son playas largas donde parece que no tengan fin, combinadas con sus contrastes de verdes y azules… de repente te encuentras con pasillos de madera que te adentran hacía el mar donde dispones de unas pocas hamacas para tumbarte y observar su mar infinito.

En el cayo estuvimos 3 días, suficiente para poder desconectar un poco, relajarse y disfrutar de sus playas caribeñas. Una de las más bonitas y que recomiendo visitar, es playa Pilar, tiene un encanto especial, su agua cristalina, sus vistas, su playa ancha, su arena blanca… sitio idílico para dejarse perder y seguramente catalogada como una de las mejores de Cuba.

En los Cayos, aparte de disfrutar de los fabulosos resorts donde realizar mil actividades o relajarse en primera línea de mar tomando los placenteros rayos de sol, recomiendo aplicarnos una buena protección solar, y pasear por esas largas playas deleitándonos con su belleza, caminar sin fin llevados por la curiosidad de conocer que hay más allá de esa bonita palmera, de aquellos traviesos cocos caídos en medio de la playa bañados por las olas del mar, y con esa sensación de no querer parar de caminar, ¡de no perdernos nada…! así es como te sientes cuando recuerdas esos momentos tan irrepetibles y visualizas aquellos parajes tan únicos, vivencias que interiorizas cuando decides explorar el mundo.
Pasado esos tres relajados días en los Cayos volvimos a preparar maletas para seguir con nuestro itinerario de vuelta a la Habana, pero haciendo alguna que otra parada obligatoria, como es Santa Clara. Esta ciudad es conocida por sus monumentos relacionados con la revolución, podemos encontrar el mausoleo del Che Guevara coronado por una enorme estatua de bronce, en él descansan sus restos y también existe un museo que atesora valiosos recuerdos del Che durante toda su vida.
Una vez finalizada nuestra visita por Santa Clara y tras pasar 3 horas de viaje en un taxi compartido con una pareja de alemanes, llegamos a nuestra siguiente y última parada antes de llegar a la Habana, ¡Bienvenidos a Varadero!, como todo viajero, antes de iniciar su destino se informa bien sobre los sitios donde ir y que se puede encontrar en ellos, pues Varadero después de leer unos cuantos comentarios no quisimos hacernos muchas ilusiones sobre el sitio, ya que a pesar de sus magníficas playas, que realmente eran impresionantes, el problema fue su masificación y excesivo turismo.
Es un sitio de fácil acceso, se encuentra a tan solo 150 km de la Habana, está preparado para grandes olas de turismo y solo te encuentras con enormes complejos y playas llenas de gente quitando ese encanto natural del paisaje, si me tuviera que quedar con un sitio paradisiaco sin dudarlo serían los cayos, ya que no están tan masificados y tienen mucho más controlada su entrada, no obstante pasamos unos buenos días y disfrutamos de mucho sol y buenas playas.
Nuestro viaje finalizó en la Habana de nuevo, donde volvimos a quedar con nuestro amigo Yuri el cual se alegró muchísimo de vernos, pasamos una noche más en sus manos despidiéndonos de esta bonita Cuba que tanto marca por su gente y su olor a calor, tabaco y ron.
Hace unos días me casé en Cuba y puedo decirles que es uno de los lugares más extraordinarios que he visitado. Estuve en varias zonas Pinar, La Habana, Trinidad. No se pierdan Varadero que es tremenda playa. Algo memorable para recordar. La gente en Cuba también es maravillosa y alegre. No pude visitar los Cayos, pero en unos meses por allá estaré.