Bien. Te has decidido a correr el maratón de Nueva York. Quizá incluso ya te hayas inscrito. Pues bien, en este post me gustaría contarte cómo exprimir al 100% esa experiencia para que tu estancia en la ciudad sea inolvidable.
Pero empecemos por el principio. ¿Cómo se inscribe uno en el Maratón de Nueva York?
Existe, en primer lugar, la posibilidad de conseguir una plaza directa si tu marca entra en los estándares requeridos por la organización de la misma. Tienes que tener en cuenta que esto sólo será posible si sobran plazas una vez hayan sido asignadas las plazas directas disponibles a aquellos corredores que hayan conseguido la marca en el Maratón de Nueva York del año previo o en una de las carreras organizadas por la NYRR. Si te lo estás planteando, puedes comprobar aquí las marcas clasificadas por grupo de edad pero ya te aviso que piden 2h53 para los hombres entre 18 y 34 años y 3h13 para las mujeres de ese grupo de edad. ¡¡Telita!!
Como la opción de plaza directa es muy complicada, la opción más utilizada es entrar en el sorteo. El plazo ya está abierto y termina el 18 de diciembre. Si te toca el dorsal, ¡estás dentro! Ya sólo te toca pagar y organizar tu viaje. Por cierto, el dorsal cuesta la friolera de 347 dólares, si bien es cierto que una vez allí la organización es tan impecable y el trato al corredor tan maravilloso, que no creo que nadie pueda decir que es caro. Puedes apuntarte al sorteo aquí.
Finalmente, la alternativa más utilizada es la de acudir a través de una agencia especializada en eventos deportivos. Ellos gestionan tu dorsal (garantizado) y todo el viaje, de forma que sólo tengas que preocuparte de entrenar ¡y sacarte el ESTA! Lo demás lo organizan ellos, aunque tendrás decidir el hotel en el que alojarte y los vuelos entre lo que tengan disponible.
Pues bien.
Sigamos adelante.
Ya tienes tu dorsal y llega el momento de tomar decisiones.
1. ¿Cuándo volar? Desde mi experiencia este año, no vueles más tarde que el jueves. Así, podrás asistir a la feria el viernes (hay menos gente) y descansar y acostumbrarte al jet lag un poco antes de que llegue el día del maratón. Respecto a la vuelta, olvídate de regresar el mismo domingo: la ciudad está colapsada y el maratón empieza tan tarde que vas a correr estresado pensando que pierdes el vuelo. Además, ¡¡no le deseo a nadie un vuelo de 8 horas en clase turista tras correr un maratón!! Lo recomendable es volar el lunes a última hora o mejor aún el martes, tras un día de recuperación (que probablemente pases caminando por la ciudad, pero siempre será mejor eso que estar sentado en el avión).
2. ¿Dónde alojarse? Busca un hotel cercano a la zona baja de Central Park. O bien por el área de Columbus Circle o hacia Times Square, pero no te vayas muy lejos de la zona de meta. De esa forma, al terminar el maratón podrás ir directo a tu habitación tras un breve paseo. Ten en cuenta que la salida se toma en Staten Island, en un puente, así que buscar hotel cerca de la salida no tiene sentido. En mi caso, este año me alojé en el Courtyard Central Park y la verdad es que estuvo genial, era súper nuevo y estaba a 10 minutos caminando de la meta.
3. ¿Poncho o ropero? Al hacer la inscripción tendrás dos opciones. Si quieres dejar cosas en el ropero (por ejemplo, porque vayas a alojarte muy lejos de la meta y necesitas tus llaves, tu cartera, etc…) ten en cuenta que luego tendrás que caminar bastante tras cruzar la meta hasta llegar a la zona de ropero. Para mi gusto el poncho es la opción mejor, ya que sales de la zona de llegada mucho antes y el poncho que te dan es súper genial! ¡Es casi como un edredón de lo calentito que es!
4. Llegar a la zona de salida: no olvides planear bien cómo te desplazarás a la salida. Si vas con una agencia, probablemente te acercarán en autobús hasta el Verrazano Bridge. Si no, comprueba con antelación los horarios del ferry y el autobús que debes de tomar. Está todo muy bien explicado por la organización del Maratón, así que no tendrás problema.
5. La seguridad: comprueba muy bien todas las normas de seguridad. Sólo se puede acceder a la zona de salida con una bolsa transparente y hay muchas cosas que no pueden entrar en esa zona (incluidas las mochilas tipo camelbak!) así que no dudes en revisarlas y comprobar que todo tu material cumple los requisitos.
6. El desayuno: Probablemente te agobie el hecho de tener que salir de tu hotel 4 o 5 horas antes de empezar a correr. Es normal. Si tienes el estómago delicado, llévate tu desayuno y aprovecha para tomarlo en el autobús o una vez allí, cuando queden entre 2 y 3 horas para la salida de la carrera. Si no, cuando llegues a la zona de salida podrás disfrutar de un desayuno gratuito proporcionado por la organización. Hay bagels, café, té, chocolate caliente, barritas e isotónica. Vamos, que con hambre no te vas a quedar.
Por último, aquí van algunos consejos para que no te pierdas nada en esos días de Nueva York:
La Feria (jueves a sábado previo al maratón)
Acude a la feria del maratón en cuanto puedas. El sábado es el día que más gente va, así que si puedes estar allí el jueves o el viernes, ¡mejor! Se celebra en el Jacob K. Javits Convention Center (Eleventh Avenue at West 36th Street). La organización es impecable y yo apenas tardé 5 minutos en recoger mi dorsal y otros 5 en coger mi camiseta y bolsa del corredor. ¡Ojo! Hay muuuuuuuchas tiendas en las que perderse y comprarse mil cachivaches así que ve con tiempo. Mi recomendación es que los acompañantes-no-corredores aprovechen la mañana para hacer turismo, para que así el corredor pueda hacer así todas las compras “runner” con tranquilidad. No olvides hacerte con una calcamonía de tiempos, que reparten de forma gratuita, y que podrás adherir a tu brazo para controlar tus tiempos de paso.
La Ceremonia Inaugural (viernes previo al maratón)
Unas semanas antes del maratón, la organización avisará de que están reclutando a corredores para la ceremonia inaugural. Este año me apunté y, sinceramente, merece la pena al 100%. Es una ceremonia súper divertida en la que corredores de todos los países marchan junto a su bandera por la zona de meta en Central Park, casi como si de los juegos olímpicos se tratara. No es muy larga (quizá estuvimos allí 3 horitas en total, desde que llegamos para organizarnos hasta que terminamos) y el ambiente es increíble. Puedes vestir con la camiseta de la selección de tu país, con un traje regional o simplemente portar tu bandera. Además, ¡acaba con fuegos artificiales!
Dash to the finish line 5k y cena de la pasta (sábado previo al maratón)
Si te han acompañado tus familiares o algún amigo corredor no tan experimentado, anímales a apuntarse al 5k que se celebra el sábado previo al Maratón. La carrera discurre por el centro de Manhattan y acaba en la misma meta que el maratón. Es súper familiar y una buena oportunidad para correr por las maravillosas calles de Nueva York sin tener que correr un maratón. Por otro lado, esa misma tarde se celebra la cena de la pasta, para la que tienes una entrada incluida en tu bolsa del corredor. Si no vas a ir, intenta reservar en algún restaurante para tener mesa garantizada, ¡que esa noche está todo a reventar!
El “Marathon Monday” (lunes tras el maratón) y las rebajas en Paragon
Pasado el Maratón, puedes aprovechar el lunes para gastar los dólares que aún te sobren (si es que te sobra alguno) visitando el pabellón que monta la organización en Central Park, donde tienen disponible el merchandising de “finisher” y donde podrás disfrutar de descuentos de hasta el 40% en muchos productos. Igualmente, no te pierdas la visita a Paragon, la tienda más conocida de deportes en Nueva York. Está al ladito de Union Square y también tiene bastante merchandising del maratón a un 40% de descuento (y un suculento descuento en el resto de marcas).
Espero que estos consejos te resulten útiles en la planificación de tu experiencia maratoniana en Nueva York y que la disfrutes con todo el alma, como hemos hecho casi 50.000 corredores este año. Es una carrera inolvidable, ya verás.
Alma