Poner un pie en los antiguos barrios medievales de Pekín es ponerlo en la historia viva de una gran civilización que ahora puedes descubrir con Viajes Carrefour.
Desde la dinastía Yuan, el casco urbano de Pekín se ha organizado por hutongs o viejos callejones en los que vivían obreros, artesanos, comerciantes y plebeyos. La mayoría de casas que se levantaban en estas zonas contaban con un patio cuadrado al que daban todas las habitaciones, un baño de uso común y una entrada estrecha.
Presente
Cuando a principios del siglo XXI se eligió a Pekín para organizar los Juegos Olímpicos de 2008, el gobierno chino derribó gran parte de los 4.500 hutongs que se conservaban en la zona antigua de la ciudad. Con el objetivo de cambiar la imagen de la ciudad siguiendo un ambicioso plan de reconversión urbana, se han erigido edificios altos y modernos hoteles en las zonas ocupadas desde hace siglos por los viejos hutongs.
Futuro
Ni siquiera la histórica zona de Nanchizi, próxima a la mansión del príncipe Yixin y a históricos monumentos como la Torre del Tambor y de la Campana que se construyeron durante la época imperial para indicar las horas al pueblo, va a resistir a los nuevos planes de las autoridades chinas. Según fuentes locales, este hutong, uno de los pocos que perduran en la actualidad, va a ser sustituido por un parque temático que va a reproducir la atmósfera real del barrio durante las dinastías Ming y Quina y por un museo que mostrará los relojes de arena y solares que a lo largo de la historia han sido inventados en China.
Las claves de la época post-maoísta
Con el filme “El Último bailarín de Mao” el director Bruce Beresfort ha mostrado de una manera mucho más cercana a la auténtica China post-maoísta. Basada en la autobiografía de Cunxin Li, cuenta la vida de un joven chino que abandona su pequeño pueblo a los once años para triunfar como bailarín en la China comunista. Anótala en tu agenda… y ve a verla antes de que te la cuenten otros.